Opinión | Noticias del antropoceno

En el ojo del huracán

Las redes sociales se han llenado estos días de espectaculares imágenes y vídeos mostrando los efectos de los dos huracanes que, casi sin solución de continuidad, han asolado el sur de la costa atlántica norteamericanas. Helene y Milton (los humanizados nombres de estos fenómenos climáticos) han dejado muerte y devastación por donde han pasado. La Administración federal calcula que serán necesarios 60.000 millones de dólares para afrontar la reconstrucción. No sabemos el efecto que tendrán las indemnizaciones en las cuentas de las empresas de seguros y reaseguros. Que será notable lo demuestra el hecho de que la Administración estatal y local están dando consejos a los propietarios para no dejarse engañar por las empresas de seguros.

Entre tanta tragedia material y humana, no deja de sorprender lo chusca que se ha vuelto la divisiva política norteamericana. Nada menos que toda una congresista, Marjorie Taylor Green, ha especulado en X con la teoría de que los huracanes fueron provocados de forma deliberada por la Agencia climática del Gobierno Federal. El propio presidente Biden salió a la palestra para calificar la teoría y a su propagadora de situarse «más allá del más espantoso ridículo». Y es que no hay casi ningún tema, de cualquier naturaleza, que escape a la mente calenturienta de los conspiranoicos de Estados Unidos, mayormente trumpistas que aprendieron de su jefe lo de que «no dejes que la verdad te estropee una buena historia».

En el caso del clima, las consecuencias van más allá. Los trumpistas, y con ellos una parte considerable de los votantes republicanos, consideran una invención el cambio climático. Los intereses de las compañías petrolíferas se traducen en una conspiración en toda regla (esta vez no fabricada) para continuar explotando la inmensa riqueza petrolífera que estas compañías han aprendido a extraer literalmente de las piedras. Los métodos para extraer el petróleo de esquisto mediante técnicas de fracturación han ampliado el horizonte de explotación de esta riqueza energética de Estados Unidos forma espectacular.

Los huracanes de esta temporada son una muestra de las consecuencias del calentamiento global. El calor extra aplicado a los océanos, es lo que ceba la extraordinaria energía de los huracanes. El huracán Milton pasó a ser de categoría 5 al tocar las aguas del Golfo de México. Ante la destrucción evidente que causan los huracanes, no sirven las pajas mentales de políticos radicales.

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