Pantys blancos

En un principio había achacado a que el mundo se ha vuelto loco el hecho de que, un par de meses atrás, en los calurosos días de junio, multipliqué sensiblemente la venta de pantys blancos gruesos, como los utilizados por las enfermeras allá por los 70. Extrañado por esta continua e inusual venta pregunté a una clienta, que me sacó de dudas: «Somos muchas las molineras que este año vamos a Lourdes como voluntarias acompañando a enfermos hasta el Santuario». Ahora andaré unos días pendiente de las noticias por si se produce algún suceso espectacular en Lourdes, que no dudaré en atribuir a las propiedades milagrosas de las medias que vendo. Aunque quizás el milagro ya se ha producido y ha consistido en que un mercero situado a mil kilómetros de Lourdes, en plena ola de calor, se haya puesto las botas y haya agotado las existencias de medias gruesas para ser lucidas ante la gruta donde la Virgen se le apareció a la pequeña Bernadette.