La Opinión de Murcia

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Pulso político

Feijóo, el líder que necesita España

El presidente Feijóo ha demostrado poseer como líder político aquello de lo que carece el actual inquilino de la Moncloa: un profundo sentido de Estado. Magnífico en la exposición de su programa político y brillante en sus réplicas a los portavoces de los grupos parlamentarios, en especial de los partidos independentistas, ha conseguido retratar y dejar en evidencia a Sánchez, pese a su cobarde silencio, y sus socios. Ganó con claridad el debate, con unas intervenciones de altura, desde el respeto y la batalla de los principios.

Aunque no ha logrado la mayoría suficiente en el Congreso porque ha rechazado someter la igualdad de los españoles a las exigencias inaceptables de los partidos independentistas, Alberto Núñez Feijóo se ha consolidado como el líder político que necesita España. En el debate de su investidura, se ha ganado el respeto de millones de españoles que han visto a un político sólido, íntegro y de palabra, que no está dispuesto a gobernar a toda costa y que antepone el interés general a la ambición personal.

Feijóo ha presentado un proyecto serio, fiable, transparente y responsable, basado en el programa electoral que los españoles avalaron con su voto en las elecciones generales, y que construye sobre lo que nos une, no sobre lo que nos separa. Un proyecto centrado en el bienestar, la igualdad, la libertad y la dignidad de los españoles, con una amplia batería de medidas serias, coherentes y que dan respuesta a la situación actual del país.

Ha expuesto seis pactos de Estado que trasciendan las siglas de todos los partidos. Entre ellos figura una propuesta de Pacto institucional que devolvería a la política y a la Justicia española el prestigio y la confianza que les arrebató en los últimos años la forma de hacer política de Pedro Sánchez.

Feijóo tiene claro que los españoles no le han elegido para que anteponga la búsqueda de apoyos parlamentarios a la protección de la dignidad de la Nación. Y ha señalado que, frente a los que contemplan agasajar a los independentistas con la amnistía y el referéndum, propone endurecer el código penal en lo referido al delito de malversación e introducir el de deslealtad institucional, que recupera el espíritu del delito de sedición derogado por Pedro Sánchez por exigencia de los partidos implicados en el ‘procés’.

Cabe resaltar además el compromiso inequívoco de Feijóo en el debate de su investidura con las demandas de la Región de Murcia: ha defendido un Pacto Nacional del Agua con inversiones de más de 40.000 millones de euros, abordar el problema del Mar Menor como un asunto de Estado y aprobar una nueva financiación autonómica en el primer semestre de 2024. Las cosas para la Región serían muy diferentes si Feijóo fuera presidente y no lo fuera Pedro Sánchez.

Un Pedro Sánchez que, por una mezcla de soberbia y cobardía, ha huido del debate. El que quería seis debates en la campaña electoral, sin embargo, no se ha atrevido a responder en sede parlamentaria al candidato que ganó las elecciones y al que el Rey encargó formar Gobierno. Primero, porque no quería volver a perder otro debate con Feijóo. Y, segundo, para evitar hablar de la amnistía, su último gran fraude a la ciudadanía.

Sánchez ha vuelto a demostrar su sectarismo y su falta de talla política. Su actitud de estos días ha supuesto un menosprecio, no solo a 11 millones de votantes y al Congreso como sede de la soberanía nacional, sino a todos los españoles, que merecían que el ganador de las elecciones generales pudiera contraponer sus propuestas con el candidato del Partido Socialista.

Por desgracia, ya se ha puesto sobre la mesa cuál es la otra opción: un candidato que no da la cara y calla ante el chantaje de los independentistas a nuestro Estado de Derecho. La subasta no ha hecho más que empezar y puede salir muy cara a los españoles, porque Sánchez está dispuesto a todo para aferrarse al poder. Pero la inmensa mayoría de los españoles, partidarios de la libertad, la igualdad y la dignidad de todos, cuentan con la esperanza y la ilusión que les trasmite Alberto Núñez Feijóo. Bajo su liderazgo firme, sólido y solvente, el Partido Popular será el muro de contención frente a quienes pretenden quebrar la Constitución y la unidad nacional.

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