Aquí me tienen de nuevo. Y les confieso que he percibido un verano tan movido, desde el punto de vista informativo, que ya estaba ansiosa por incorporarme a este rincón para comentar con ustedes estos temas. Un verano intenso en el que el personal ha estado entretenido haciendo cábalas sobre cuando se pondría en marcha, en la Región de Murcia, el nuevo Gobierno de López Miras, porque no creemos que muchos pensaran que iríamos a otras elecciones: aunque los políticos tiendan a tomar a los ciudadanos por lerdos, este ‘teatrillo’ no daba para más.
El pasado lunes, por fin, se terminaba la comedia que han venido manteniendo el PP y Vox, en eso de la formación de Gobierno, y López Miras tomaba posesión habiendo avanzado días antes que desvelará los miembros de su gobierno esta semana y que será un Ejecutivo «sólido, fuerte, preparado, capacitado, con experiencia profesional» para garantizar que la Región avance y progrese.
Inevitable acordarnos de la toma de posesión de su anterior gobierno, en 2021, cuando tenia palabras de agradecimiento para quienes habían sido expulsados del grupo parlamentario de Cs en la Asamblea Regional, tras ser nombrados consejeros por «anteponer el interés de todos» y formar parte de un Gobierno «fuerte, estable, unido y centrado...». Sí, esta manera de referirse a los dos Gobiernos, casi calcado uno del otro, nos hace pensar en lo fugaz de la política. Y es que parece que fue ayer (pero ocurrió en junio del 2021), cuando el comité nombrado por el Pacto Antitransfuguismo declaraba tránsfugas a López Miras y a los diputados de Cs que lo mantuvieron en el poder en la Región de Murcia, llegando a la conclusión de que ‘traicionaron’ a Arrimadas a cambio de entrar en el Gobierno.
El informe llegaba a una firme conclusión, «hubo traición» a Ciudadanos y, en consecuencia, son ‘tránsfugas’, ya que «aceptaron un cargo en el Gobierno regional a cambio de su voto en contra». Sí, el comité de expertos declaraba que eran ‘tránsfugas’ los ex diputados de Ciudadanos: Isabel Franco, Francisco Álvarez, Valle Miguélez y Alberto Castillo (presidente de la Asamblea de Murcia y que se abstuvo en la votación). Una consideración de la que no se escapaba López Miras por ser, decía el informe, el ‘inductor’ y el ‘beneficiario’. Tan beneficiario que es fácil imaginarse a cierto personal en un sinvivir, ante las dudas sobre que ocurrirá con sus destinos. Que harán con ellos, que chiringuitos les ofrecerán, a que canonjías aspirar. Porque López Miras les debe, y mucho: les debe hasta esta toma de posesión. Ya saben ustedes que el poder genera poder, y recobrar una presidencia de Gobierno no es fácil, antes al contrario, lo normal es que se pase algún tiempo a la sombra antes de recuperarla. Así es que López Miras les debe, no solo el haberse mantenido en el poder, les debe también, su toma de posesión del pasado lunes. Y él dijo una vez que era una persona agradecida.
Pero es que en el ámbito nacional estamos igual, esperando el resultado de las conversaciones entre unos y otros (tenemos una democracia extraordinaria, podemos estar sin gobierno largo tiempo y este país continua funcionando), analizando las opiniones de unos y otros sobre la legalidad, o no, de la pregonada amnistía que los independentistas pretenden. Asombrándonos del protagonismo adquirido por la vicepresidenta Díaz y preguntándonos si, en estos casos, no es el presidente el que tiene que marcar el ritmo, aunque las coaliciones de gobierno obliguen a ciertas cosas.
Cosas que no todo el mundo comprende, pero que si osas manifestar ese asombro, seguramente te miraran con mala cara y te calificarán de lo que nunca fuiste. Pero es lo que pensamos: demasiado exhibicionismo, demasiado protagonismo de Díaz ante un prófugo de la justicia acusado, entre otras cosas, de malversación agravada