La Feliz Gobernación

Tres órdagos

Antonio Martínez sujetando un cartel de las elecciones del 28M

Antonio Martínez sujetando un cartel de las elecciones del 28M / @antoniomarsanz

Ángel Montiel

Ángel Montiel

Todo se acaba poniendo en su sitio. Poco a poco. Los grandes órdagos se van desinflando. Estamos en los pactos municipales. Son a fecha fija, sin escapatoria. Así que lo que tenía que ser, es. La rueda ha empezado en Molina de Segura, la cuarta localidad más importante de la Región y, como vasos comunicantes, se extenderá a todos los demás en que sea posible conformar un gobierno PP/Vox.

Se produjo inicialmente un asomo condicional por parte de los abascales, consistente en que los pactos tendrían que ser globales, el pack completo: Ayuntamientos y Comunidad. Pero el calendario dicta sus normas: hay que ir partido a partido. Y como el PP no respira (es decir, López Miras no llama a Antelo), Vox tiene que acudir a resolver ya los acuerdos municipales. Esto significa que el punto de presión número uno (pacto general autonómicas y municipales) ha quedado amortizado.

El Gobierno de la Comunidad no dependerá de los locales: habrá alcaldes del PP en coalición con Vox sin que esto condicione que necesariamente se dé el mismo modelo en San Esteban. El primer pulso lo gana el PP.

Segundo round: constitución de la Asamblea, también a fecha fija. Elección de la presidencia del Parlamento y de la Mesa que lo gobierna. Según la representación institucional, corresponde ocupar estas posiciones a tres diputados del PP y a dos del PSOE, uno de los primeros, presidente. Pero Vox, tercera fuerza política, hace otras cuentas: entre PP y Vox suman treinta diputados, supermayoría. Quieren, si han de ser socios del Gobierno, la presidencia de la Asamblea (programa máximo) o un representante en la Mesa (programa mínimo, pero irrenunciable, dicen). Ahora bien, si el PP cede un diputado a Vox, empataría con el PSOE. No lo va a hacer porque quedaría en manos de PSOE/Vox en según para qué circunstancias que pudieran darse. Dicen en Vox: «Valcárcel, con 33 diputados, cedió un puesto al PSOE cuando podría haber copado toda la Mesa». Ya, pero esa generosidad no limitaba su mayoría.

El tercer round (constitución del Gobierno, esto a plazo variable) contiene la exigencia por parte de Vox de participar en él. Pero López Miras asegura haber obtenido ‘la mayoría necesaria’ que pidió para gobernar en solitario. Podría estar dispuesto a negociar en su momento un acuerdo programático de mínimos, pero nada más. Vox considera que si en el trámite de constitución de la Mesa se le desconsidera ¿cómo podría aspirar el PP, además, a que voten graciosamente la investidura?

De los tres envites, el PP ha salvado el primero. Quedan dos. Vayamos por partes, dijo el carnicero.

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