Tribuna libre

'A la calle, que ya es hora'

Paco Morote

Vivimos tiempos convulsos, complejos, en los que la inseguridad social se ha instalado en una importante parte de la mayoría social de nuestra región, que no sabe si los derechos de los que hoy disfruta los va a poder mantener.  Por el contrario, los privilegios de la clase dominante, de quienes ejercen el poder –que no son los mismos que quienes ostentan el gobierno- se ven ampliados de forma escandalosa. 

Como decía el gran dirigente Julio Anguita, estamos en una guerra de ellos contra nosotros, no se utilizan armas convencionales, pero sí otras más sutiles para conformar como un ideario, una burbuja irreal, una realidad virtual en la que colocar a la sociedad para que odie al oprimido y ame al opresor. 

En las guerras hay muchas batallas, unas se pierden y otras se ganan, pero la peor batalla es la que no se da. La mayoría social estamos inmersos en batalla permanente contra aquellos que quieren recortar derechos y ampliar sus privilegios. 

En este marco, en esta realidad, no queda otro camino que la movilización social para defender los derechos conseguidos en décadas de luchas, de batallas ganadas y que no podemos permitir que nos los quiten de un plumazo. 

Si nos movemos, se mueve todo. En estos momentos no cabe la desesperanza. Al contrario, las fuerzas sociales que defendemos una vida digna para la ciudadanía murciana debemos pasar a la ofensiva contra los que quieren instaurar la precariedad en la región como forma de vida. 

Si nos movemos, se mueve todo. En estos momento no cabe la desesperanza. Al contrario, las fuerzas sociales que defendemos una vida digna para la ciudadanía murciana debemos pasar a la ofensiva

La Región de Murcia va a la cabeza de España en casos de violencia machista, y a la cola en inversiones en planes educativos de prevención y de igualdad. En nuestra región, un 21,4% sufre pobreza energética y un 7,3% tiene mucha dificultad para llegar a final de mes. Un estudio reciente revela que en el 4,4% de los hogares murcianos hay alguien que está pasando hambre o la ha pasado en los últimos 10 años.

En Murcia, la pensión media está muy por debajo de las otras comunidades, exactamente somos la tercera en la cola. Somos la Murcia que deja los estudios, la del fracaso escolar, en la que hay más casas de apuestas cerca de los colegios de toda España. En nuestra región, somos 228.250 murcianos y murcianas, un 14,9%, que experimenta situación de exclusión en el ámbito de la salud. En la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia se siguen perpetuando la Discriminación a las personas por razón de su sexo, raza, procedencia o cultura. Somos la Murcia que no tiene acceso a una vivienda, a un trabajo digno, a una prestación suficiente para vivir dignamente. 

Tenemos un gran porcentaje de nuestro territorio contaminado: el Mar Menor, Potmán, El Llano del Beal y la Sierra Minera de La Unión y de Cartagena, los terrenos de las antiguas fábricas del Hondón. Y se sigue apostando por la reapertura de la Mina Gilico y otros proyectos de macrogranjas y de plantas solares fotovoltaicas con un pésimo impacto medioambiental.

Toca arremangarnos y ponernos manos a la obra. Nosotras, desde la Plataforma Unitaria de Las Marchas de la Dignidad y el Plan de Choque Social proponemos que lo hagamos cuanto antes, y la primera oportunidad que tenemos se nos presenta ya organizada y en bandeja: el 9 de junio, Día del Pueblo Murciano, debemos gritar juntas bien alto no a los recortes de derechos. 

Hay un grupo de gente de toda la región trabajando para que este año, el quinto ya, vuelva a ser el Día de la Región un día de reivindicación y denuncia compartida por todos los grupos que tenemos conciencia de justicia en Murcia: Justicia Ambiental, Justicia Social y Justicia Humana, en la que se cumpla la Declaración Universal de los Derechos Humanos. 

Se nos presenta la oportunidad de seguir mostrando, a pesar de todo, de todos, y sobre todo, que en Murcia vivimos personas que no nos conformamos con la Región que tenemos, que queremos y lucharemos por una Comunidad Autónoma libre.

Sí, libre de machismo, libre de salarios esclavistas, libre del hundimiento de lo público, libre de nitratos, humos y de metales pesados, libre de odio a lo diferente, libre de fanatismos religiosos y fascistas, libre de especuladores de viviendas, de residencias y de alimentos, libre de manipuladores de la historia, libre de una juventud condenada sin futuro, libre de una vejez maltratada, libre de pobreza. Si hay alguna esperanza para conseguir la ciudad, la región, el país que queremos, es la unión en las calles. 

¡Compañeros y compañeras, volvamos a la lucha!