Las encuestas dicen que sí, que MC estará en la Asamblea Regional. Si eso fuera así, el factor distorsionador será de nuevo a tener en cuenta en la legislatura. Es innegable que hay un importante sector de cartageneros que sienten un persistente agravio comparativo hacia la capital de la Región. Tenga razón o no, el hecho hace décadas que, con altibajos, se manifiesta. Nadie ha conseguido dar satisfacción a sus anhelos, a menudo desenfocados.
La sustitución del cantonalismo clásico por el MC no trajo mejor entendimiento. Que se lo pregunten a Noelia Arroyo. Con los precedentes habidos, la llegada de MC al paseo de Alfonso XIII no augura sino turbulencias iniciales: otra legislatura muy ‘entretenida’; si los votos le dan escaño, claro. En cualquier caso, los esperpentos están más que garantizados en el Palacio Consistorial.