La vida, un desengaño continuo

Partido entre el Manchester City y el Real Madrid

Partido entre el Manchester City y el Real Madrid / JASON CAIRNDUFF

Enrique Nieto

Enrique Nieto

Tiempos complicados. Me han operado de un ojo. Un par de días después, como no enfocaba bien, me he caído de un porrazo y me he hecho polvo el dedo meñique de la mano derecha. Pero ya veo mejor, y el dedo está aquí, pegado artificialmente a su compañero de al lado para que no se mueva. Y puedo escribir en el ordenador porque jamás he usado el meñique para esto. Solo escribo con los índices de cada mano. Cuando tenía veinte años no me operaban del ojo, ni me caía porque no enfocaba.

Promesas. Dos señoras hablan en la calle. Una de ellas dice: «¿Habrá algo que todavía no hayan prometido los políticos? De verdad, cuando los oigo, hay veces ya que me da la risa». La otra le habla bajito cogiéndola del brazo: «Seguro que los líderes, cada mañana, les preguntan a los asesores qué queda por prometer, si es que queda algo, ja, ja, ja».

Aciertos y errores. Que los miembros del PP de Lorca hayan elegido como plato para una cena de hermandad, o de lo que sea, huevos fritos con patatas a lo pobre demuestra una gran inteligencia y una capacidad incuestionable para regir cualquier municipio. Lo de añadirle al plato salchicha lorquina ya no me parece tan bien, pues el exceso de colesterol es manifiesto. Y, francamente, no veo la necesidad de añadir al menú empanada. Como dice el refrán, ‘de grandes cenas están las sepulturas llenas’.

Serie. Esta semana he visto una serie que dejé a medias cuando la estrenaron en 2003, y no porque fuese mala, todo lo contrario, sino porque era realmente triste. Se trata de Ángeles en América, un tremendo drama con el fondo del sida y sus efectos sobre la comunidad homosexual en EE UU. Los actores están magníficos, claro, que se trata de Meryl Streep, que hace varios personajes, Al Pacino, Patrick Wilson, Emma Thompson, Jeffry Wright, etc. Intenta reflejar lo que sentían los enfermos ante la muerte segura que les esperaba, y la reacciones de los que los rodeaban, entrando incluso en momentos surrealistas y con componentes del Más Allá. Es muy dura, pero excelente.

Lugar especial. Varias secuencias del último capítulo de Ángeles en América se rodaron en uno de los sitios más bellos que yo he visitado. Se trata de una parte de la villa de Adriano, en Roma. Lo que aparece en la serie es la zona que Adriano le dedicó a Antinoo, y simula ser el cielo en esas escenas. Hay un estanque artificial, esculturas y ruinas llenas de sentido. Una maravilla.

Archivo - Tamara Falcó e Íñigo Onieva

Archivo - Tamara Falcó e Íñigo Onieva / ALEX ROSS / CORTESÍA TOTÓ MADRID - Archivo

Terremoto. Me entero por la prensa especializada de que ha ocurrido un verdadero desastre de inconcebibles repercusiones. Resulta que a la empresa que le estaba haciendo el vestido de novia a Tamara Falcó ha dicho que se lo va a hacer su prima, que no aguantan más las chorradas y peticiones sin sentido de la muchacha. Por lo visto la cosa iba de ‘aquí me vas a poner un colgajo de encaje y aquí me vas a bajar el escote, que veo a mi novio poco animado’. Los profesionales han aguantado lo que han podido, pero han acabado por darle pasaporte. Así es la vida: un desengaño continuo.

La papeleta. El domingo que viene, a estas horas, estaremos votando. Quizás a los que han votado toda su vida no les haga mucha impresión, pero a mí me sigue pareciendo algo estupendo. Estuve tantos años de mi vida sin que me dejaran votar que todavía sigo sintiendo una cierta emoción, aunque sin los nervios de las primeras veces, que no sabías ni cómo se hacía. 

Harto de to. Un hombre joven a otro, sentados en un banco de una plaza de Murcia ciudad, estirando los brazos, como desperezándose. «Acho, no tengo ganas de na, pero de na, na».

Fútbol. El Madrid perdió 4 – 0 frente al Manchester de Guardiola. Es menester reflejar aquí, para consuelo de los madridistas, que su equipo ha ganado 5 Champions en 9 años y el Manchester City ninguna todavía. Lo siento mucho por mi amigo P.G., que, el miércoles, cuando me encontré con él por la tarde, se disponía a ver el partido con su camiseta del Madrid puesta y la ilusión brillándole en los ojos. Los demás también tienen derecho a ganar alguna vez, ¿no?