Las fuerzas del mal

Carta a un joven

Enrique Olcina

Enrique Olcina

Espero que estas líneas te encuentren bien, dentro de lo que cabe. Has vivido una pandemia que te ha dejado sin experiencias vitales que tus mayores han vivido y que tú te has perdido. Después de la pandemia, quizás, las cosas han mejorado un poco, pero tampoco para tirar cohetes. Que algunas veces parece que lo de la subida del SMI y los contratos indefinidos no te ha tocado a ti. Es posible que hayas visto la cara de preocupación de tus padres viendo que no despega del todo la cosa para que te independices. Habrá caído alguna llamada a tus padres pidiendo ayuda para el alquiler y eso te da un poco de rabia, o de vergüenza, o ninguna de las dos cosas. En el piso de seis que compartís a 700 euros la habitación no eres el único que llama a sus padres para pedir ayuda. Que es mal de muchos y consuelo de tontos, pero sabes que tonto no eres y que te lo curras en el trabajo.

Si eres mayor de veintidós y la pandemia te pilló despegando de lo tuyo, te obligó a hacer un aterrizaje forzoso, y estás un poco hasta las narices de que te tengas que tragar otra crisis de la que tampoco tienes mucho la culpa, que la anterior de 2009 ya fue complicada. Tampoco quiero yo decirte lo que deberías hacer o no, porque no estoy en tu lugar.

Desde mis cincuenta lamento mucho lo chungo del asunto. Que tampoco es que esté yo para tirar cohetes, pero el tema que me preocupa eres tú, no yo. No voy a usar la expresión «en mis tiempos» porque eso significaría que he renunciado a estos tiempos. También son míos o, más bien, nuestros. El asunto es que los que son un poco más mayores que tú pero menores que yo ya se llevaron un chasco gordo con el tema del 15M y entiendo que a ti te suene eso como me sonaba a mí lo del Mayo del 68, y que con tanta turra de las asambleas, los círculos y las acampadas, hagas caso al abuelo que dice que todo es igual y que da lo mismo lo que hagas. Spoiler: no da lo mismo. Aunque el abuelo no se de cuenta, el 68 removió algo, y el 15M también otro algo. Estamos como estamos gracias a eso que aparentemente no sirvió de nada, pero que resulta que sí. Y otro spoiler: aunque te digan que no, estamos mejor que antes, palabra de maricón. Pero la cosa puede empeorar, también te digo.

No me importa lo que vayas a votar, pero me importa que te desentiendas. Esto va también contigo. Si no te gusta este sistema tendrás que cambiarlo, y estoy seguro que si me explicas los cambios que quieres estaré de acuerdo contigo en muchos y tendremos que cambiar el sistema, pero una batalla nunca se ganó por incomparecencia, porque los que quieren que se quede como está nunca fallan a la hora de votar. Saben lo que se juegan y lo que es peor, quieren que tú no te des cuenta.

Nos vemos el 28, porque protestar por los resultados el 29 no sirve de nada.

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