¿Esto quién lo paga?

Las campañas electorales son una feria cuatrienal donde los candidatos a hacerse con el poder exponen su mercancía al público asistente tratando de hacerse con más clientes que la competencia. Lo ideal es que los partidos se limitaran a presentar a los votantes potenciales un programa detallado de lo que quieren hacer en los siguientes cuatro años si trincan el sillón, pero en el mercado pletórico de la democracia se estila mucho comprar votos con promesas de nuevas ayudas, subsidios y subvenciones. En estos momentos hay una competición desaforada entre PSOE y PP para ver quién ofrece más dinero al electorado, principalmente en el sector joven, que es donde hay mayor número de indecisos según las encuestas. ¿De dónde pensarán los presuntos beneficiarios y sus papás que va a salir el pastón que los políticos han prometido regalarles gratis total?

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