El Prisma

La guerra del agua en las elecciones: Un asunto amortizado

Pablo Molina

Comencemos negando la mayor: Claro que se pueden utilizar políticamente los grandes asuntos de Estado. Esa acusación de ‘hacer electoralismo’, que los partidos se lanzan unos a otros, es solo una cortina de humo para eludir las propias responsabilidades. En el gravísimo problema de la falta de agua que aqueja al Sureste es perfectamente lícito reclamar al Gobierno su falta de diligencia, como hace el PP. Los ciudadanos somos lo suficientemente inteligentes para saber que con Rajoy no se hizo nada al respecto (Sánchez, al menos, ha anunciado perras para la sequía y más desaladoras) y votar en consecuencia. El PP murciano utiliza legítimamente la (falta de) política hídrica contra el PSOE, pero es un asunto que ya dio todos los votos que tenía que dar. La prueba es que, ahora, esos votos son de Vox.

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