Sillas, morcillas y campaña electoral

Pasaron las fiestas, las polémicas por las sillas y los atracones de morcillas en las barracas. Ahora toca ponerse a trabajar para confeccionar programas electorales y actos en los que hacer ver que el proyecto que tiene cada partido es el mejor para la Región y para el municipio de Murcia, que será clave en los votos que obtengan aquellos que quieren hacerse con el bastón de mando de la Glorieta y de la Asamblea Regional.

Antes de pasar página, hay que echar un vistazo a cómo ha ido el asunto sillas. Sin ánimo de volver a entrar en polémica, la gestión, en esta ocasión, ha estado exenta de trifulcas por falta de asientos o de bloqueo de páginas web, lo que ha dejado a la altura del betún al Ayuntamiento y a los técnicos que en las últimas convocatorias no fueran capaces de sacar adelante el servicio.

Llama también la atención la gran cantidad de filas de sillas que se han puesto en el Entierro de la Sardina, que ha supuesto un importante quebradero de cabeza para las fuerzas y cuerpos de seguridad locales, preocupados en todo momento por si ocurría algo y era necesario actuar con urgencia. Afortunadamente todo tuvo un final feliz, al igual que las presiones ejercidas desde el Ayuntamiento para que los huertanos (que querían a Sillas Gil) pasaran por el aro y se unieran a los sardineros a la hora de contratar, prestando el servicio la misma empresa para ambos festejos.

Las presiones ejercidas, al más alto nivel, surtieron efecto y finalmente fue la empresa expedientada por la Administración local la que prestó el servicio para ambas fiestas. Y sin pagar canon alguno. Así se hacen las cosas desde la capital de la Región, donde no parece que preocupe mucho perder dinero o prometer actuaciones faraónicas o extravagantes como las que los partidos están prestos a meter en su programa electoral.

Los populares ya han dado pistas de por dónde irán los tiros con los proyectos que ha ido presentando a lo largo del último año el destronado alcalde y candidato del PP, José Ballesta, que ha hecho una lista electoral de continuidad y que anda prometiendo tropecientas obras, a cuál más costosa.

La única pega es la asfixia en la que están las arcas municipales, que si no son intervenidas de manera contundente por el Estado es por la proximidad de las elecciones y por la visita a Murcia en próximas semanas del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que parece que recalará en mayo en el Príncipe de Asturias, el mismo sitio en el que el líder popular Alberto Núñez Feijóo presentó el pasado sábado a los 45 aspirantes de los municipios a las elecciones.

Los socialistas, seguramente, habrán tomado nota de los sitios vacíos que se les quedaron a los populares para que a ellos no les pase lo mismo. Aunque viendo lo que ocurrió cuando vino la portavoz del Gobierno y ministra de Política Terrotorial, Isabel Rodríguez, en plenas fiestas, para presentar a la nueva delegada del Gobierno en Murcia, Caridad Rives, pensarán que es pan comido llenar el Príncipe de Asturias.

Llevaron a la portavoz del Gobierno de España a comer a una barraca con una reserva de más de cien personas, que se quedó escasa, ya que decenas de personas se quedaron fuera y tuvieron que irse a otro sitio.

Otra de las incógnitas, además de saber si el PSOE tendrá más aforo que Feijóo, es el papel que jugará en la campaña electoral Gino Ruiz, el exconcejal de Podemos que ha sido fichado para la candidatura del actual alcalde, José Antonio Serrano, y que ocupó ‘un privilegiado sitio’ junto a la ministra en la comida huertana.

Ruiz se podría poner en plan Pepito Grillo y sacar a la palestra los proyectos aprobados en pleno por los socialistas, a petición de él cuando era edil, y que están durmiendo el sueño de los justos. Son proyectos interesantes y que cambiarían la fisonomía de la ciudad, como las supermanzanas y los que tienen que ver con la movilidad, como el tranvía al Carmen, una propuesta que salió del pleno por unanimidad de todos los grupos.

Precisamente el tranvía es uno de los puntos en los que insistirá el candidato de Vox a la alcaldía de Murcia, Luis Gestoso, que está ya trabajando en su programa electoral que, además de la seguridad en las calles, pivotará en la movilidad y en el aparcamiento, que quiere que sea más barato, sobre todo el tique de los aparcamientos subterráneos. Los de Vox están también haciendo un presupuesto alternativo, afeitando las partidas que consideran infladas o sobrevaloradas, para dar cabida al dinero que tendría que poner el Ayuntamiento en inversiones plurianuales para prolongar la actual línea del tranvía al Carmen y la Arrixaca. Da vértigo pensar qué partidas estarán recortando.

Lo que tienen en común todos es que prestarán una atención preferente a las pedanías (en el tablero político ha aparecido un nuevo partido, ‘Hola Pedanías’, para rentabilizar el descontento), que cuentan en esta ocasión con miles de votantes que ejercerán su derecho al voto por primera vez y que han visto cambios, algunos con polémica, en las presidencias de las juntas vecinales a raíz de la moción de censura. Hay distintos núcleos de población muy cabreados y pedáneos muy crispados con la gestión del Ayuntamiento, factores que pueden jugar una mala pasada a alguno de los candidatos. Por nadie pase.

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