Erre que erre (Rockandroll)

Palabra de sanitaria

Jutxa Ródenas

Jutxa Ródenas

Dejaréis de ser héroes cuando la gente no tenga miedo, cuando a los políticos les interese. Ahora sois carne de cañón, por eso os llaman héroes - Senderos de Gloria, Stanley Kubrick.

Con motivo de las vacaciones de Semana Santa y Fiestas de primavera he recibido en mi bar (soy de las suertudas que puede tener una alternativa laboral) la visita de algunas de las compañeras sanitarias que estuvieron en primera línea de fuego cuando hace, no tantos meses, la sociedad nos hizo creer que éramos el pilar más importante de este país. Y es verdad; lo éramos, así como suena, en pasado imperfecto. Aunque a muchos se les haya olvidado que tanto ellos como sus familiares hoy siguen vivos gracias a nuestra labor de cuidados. María, Ana y Lola, compañeras a las que adoro, están desarrollando su labor de enfermeras en Dublín. Ángel, TCAE, andaba en paro y marchó con ellas a probar suerte, parece que lo está consiguiendo. Me hablan de que son noventa y cinco entre médicos,enfermeras, matronas, celadores y TCAE los españoles trabajando sólo en su hospital. Carolina y Teresa andan en Portugal, su contrato (más de 20 en menos de dos años) se les acabó con el fin de la pandemia y el premio de consolación fue que su teléfono ya no volviese a sonar para trabajar. Este Gobierno que hemos elegido, como los gobiernos que atrás quedaron, ha gastado lo impensable en la formación de los mejores sanitarios de Europa para que otros países los aprovechen porque este no le brinda ese derecho. Los países que abren sus puertas a mis compañeras son muy conscientes de lo que cuesta cuidar a quien nos cuida, respetar sus tiempos y dignificar una profesión que debería ser sagrada. Tengan ustedes claro que quienes trabajamos al servicio de los seres humanos no lo hacemos por dinero, no hay parné en este mundo que pueda pagar una vocación, un segundo de sacrificio y dedicación volcados en quien nos necesita. Pueden tener claro que, aunque nos traten como a basura, volveremos a dar el mil por cien cuando suene el teléfono para esa sustitución de verano. No todas podemos ni queremos irnos.

Lloro de rabia e impotencia mientras escribo, teníamos el mejor plan de salud del mundo, pero a algún lumbrera se le ocurrió empezar a recortar por dónde no era, prescindiendo del personal. Ahora nuestro sistema sanitario se desangra y los únicos que pueden poner un apósito que presione fuerte, lo únicos que pueden unir este descosido con una sutura que cicatrice lo destruido es otro colectivo que parece no andar mejor, el político.

Ya lo dijo el inmenso José Saramago en El Evangelio según Jesucristo, «no hacemos más en la vida que ir buscando el lugar dónde quedarnos para siempre». Y el nuestro se lo pedimos al señor, pero al señor consejero de Salud Juan José Pedreño Planes y a la concejala de Salud y Transformación Digital de nuestro Ayuntamiento Esther Nevado. Demuestren al resto de camaradas que las cosas, por el bien de todos, pueden mejorar. Ustedes y nosotras sabemos que no cuesta demasiado hacerlo bien, y sólo queremos trabajar. Palabra de sanitaria, por mí y por mis compañeras.

Suscríbete para seguir leyendo