Salud y Rock and Roll

Soltar

Accesos a la Plaza Mayor de Madrid.

Accesos a la Plaza Mayor de Madrid. / Unsplash

Belen Unzurrunzaga

Belen Unzurrunzaga

La vida son etapas y hoy estoy cerrando una. Mientras ustedes me están leyendo, mi gran amiga de aventuras F y yo vamos en una furgoneta hasta arriba, rumbo a Murcia tras cuatro años de aventuras en Madrid. Le he dicho adiós al tejado, a la buhardilla en la que he pasado el confinamiento, Filomena y donde he sido inmensamente feliz. Digo adiós a una etapa personal y profesional increíble, de la que he aprendido muchísimo, he conocido a gente que me llevo para siempre y hasta aquí puedo contarles. 

No tengo muebles, siempre he vivido de alquiler y llevo de un lado para otro con una maleta demasiado tiempo, toca volver a casa y no se imaginan la cantidad de cosas que somos capaces de acumular con el paso del tiempo. El posavasos de aquella noche que nos lo pasamos tan bien en la coctelería Sabas, los vasos de todos los festivales de música, ropa, mucha ropa que ni he estrenado, periódicos amontonados en el suelo, revistas de hace años. Y cuando llega el día de tener que recoger y marcharte, te da la risa, por no llorar cómo me ha pasado a mi. 

No tengo diógenes, pero reconozco sin pudor que tengo demasiado apego sentimental a las cosas, pero me estoy quitando. Me siento orgullosa de reconocer que con el paso de los años cada vez me resulta más liberador tirar cosas. ¡Hasta me siento más ligera! Qué bien sienta hacer limpieza, es importante que me lo repita varias veces para terminar de creérmelo porque a veces escuece desprenderse de las acreditaciones de los partidos del Atleti o los festis de música, o las entradas de conciertos, hasta del cine. ¿Porqué nos apegamos a las cosas? Aún me lo pregunto. 

Llevo tatuado en el brazo derecho la palabra «Soltar», para recordarme que no hay que tener apego por lo material ni lo emocional, es una tarea complicada, llevo años trabajándolo pero no es fácil créanme y si no que se lo digan a Tamames con la política, alguien le tendría que haber dicho que no era buena idea, lo que sus amigos tramaron entre gin tonics después de una comida hace unos meses. 

Un bochorno que sólo ha servido para reforzar a la izquierda y presentar a Yolanda Díaz, para desgracia de Pablo Iglesias. Dejando de manifiesto para mi disfrute que la extrema derecha vive sus horas más bajas y la derecha se sigue poniendo de perfil, con un Nuñez Feijóo desaparecido, y deciden abstenerse por respeto a un señor que no se ha respetado ni así mismo con casi 90 años que tiene. Un bochorno que puso de manifiesto una vez más que Gabriel Rufián es un gran orador junto a Aitor Esteban. 

Muy flojo lo de Abascal esta vez, una decepción. Al contrario que Adanero como siempre sin papeles y algo histriónico y Sayas ofendido por ser lo que son, unos tránsfugas. En resumen una jugada que la extrema derecha pensaba que era maestra y sin embargo ha sido una gran chapuza que les ha cavado el hoyo más profundo. En una cosa sí tuvo razón Tamames, sus señorías están ya en campaña, pero mucho les queda por aprender de sus compañeros de agrupaciones de provincias. El PP y el PSOE nos están dando grandes momentos con sus candidatos y slogan de campaña, pero les diría que no se cansen porque tenemos ganadora desde hace meses y es la campaña Lo va a hacer Rita, de Más Madrid y Rita Maestre, asumanlo. 

Pero volvamos a lo importante: he cerrado una etapa y una casa, he soltado todo lo que podía y he vuelto a meter mi vida en cajas. Con ilusión y muchas ganas vuelvo cerca de mi familia, con proyectos ilusionantes y muchas ganas de seguir hospedándome en el vértigo cómo en las bulerías, que decía Antonio Agredano, y empezar otro capítulo. La vida son etapas y lo bonito es saber que empieza una nueva a la que le tengo muchas ganas. Vamos a pasárnoslo muy bien, créanme. 

Suscríbete para seguir leyendo