PINTANDO AL FRESCO

¿Les sirvió para algo?

Gabriel Rufián y Ramón Tamames durante la moción de censura.

Gabriel Rufián y Ramón Tamames durante la moción de censura. / EFE

Enrique Nieto

Enrique Nieto

A estas alturas, imagino que todos ustedes estarán un poco hartos de leer o escuchar comentarios sobre el debate de la moción de censura, y que uno más, este mismo, no les va a interesar mucho. Aun así, correré el riesgo, y he aquí la impresión de alguien que se ha tragado una buena parte del acto, lo que, en este caso, con lo aburridísimo que fue, tiene algún mérito.

En primer lugar, me gustaría decir que sentí mucho ver a Ramón Tamames en el escaño en esas condiciones físicas, con sus problemas de movilidad, el pelo mal teñido y quién sabe si con una sonda puesta, pues a esa edad se lleva mal lo de estar sin ir al baño durante tantas horas. Los seres humanos, según nos vamos haciendo mayores, debemos saber quitarnos de en medio de las cosas que ya no nos van, por más que nos resulte difícil aceptarlo. Al igual que hubiese quedado raro ver a un chico de quince años ocupando el escaño del Congreso como candidato a presidente por el partido Vox, a mis cortas luces, el señor Tamames no daba tampoco la imagen necesaria para algo así. Y era tan obvio que aquello parecía una pantomima que no iba a ninguna parte, que uno sentía pena por él, porque lo conocí allá por el año del catapúm, cuando escucharlo de cerca, un hombre con esa trayectoria de cárcel por defender sus ideas contra la dictadura, prestigioso profesor, economista insigne, te hacía mirarlo con admiración. Por eso, porque lo conocí y tuve ocasión de hablar con él en dos ocasiones, es por lo que me sentí triste al verlo allí, utilizado por un partido, e intentando, sin conseguirlo, servirse de su trayectoria aun sabiendo que aquello no tenía ningún sentido.

Porque la pregunta del millón es si realmente toda esta historia de la moción de censura le ha servido para algo a Vox. ¿Realmente habrán ganado adeptos y votantes después de estos dos días? ¿Habrán mejorado su imagen al presentar a Tamames como su candidato? ¿Ha sido un acierto o han metido la pata? Mi opinión es que la cosa ha quedado en tablas, es decir, que todos los votantes y simpatizantes de este partido seguirán ahí, dispuestos a votarlo en cuantas elecciones se convoquen, porque hablamos de personal convencido de las ideas que representa, que han estado ahí latentes durante años dentro o fuera del PP, y que, al aparecer Vox, han encontrado su lugar en el mundo.

En otros espacios del arco ideológico puede haber fugas a la derecha o a la izquierda, pero creo que en el que ocupa Vox hay fidelidad absoluta, se meta o no se meta la pata en esta o aquella decisión. Pero lo que está claro para mí es que la moción con el candidato Tamames no les ha hecho avanzar nada.

En cuanto al debate y a los discursos, a mis cortas luces, sin duda el mejor orador que pudimos escuchar, el que hizo un discurso más coherente y mejor explicado fue Gabriel Rufián, persona de mi absoluta antipatía, pero sin duda, haciendo uso de una oratoria ese día que más quisieran los demás intervinientes. Palabra por palabra fue explicándole a Tamames y al resto del público asistente a quiénes estaba apoyando el viejo economista con su presencia en la moción, a la vez que desmontaba los bulos que han creado en torno a lo catalán y explicaba lo que realmente ocurre ahora en Cataluña, donde sigue habiendo independentistas, como ha habido siempre y como siempre habrá, pero está claro que con un ambiente distinto al que hubo hace pocos años.

Y algo para acabar: algunos que ya peinamos canas procuramos estar al día en cuanto a la problemática actual: el cambio climático, las oportunidades de empleo de los jóvenes, la falta de viviendas sociales, la brecha económica entre unos y otros, etcétera. Las intervenciones de Tamames sonaban a viejuno, despegado de la realidad que nos rodea, y digo esto con dolor de corazón porque lo he respetado siempre. No soy tan mayor como él, pero, si alguno de ustedes me ve haciendo algo parecido a ser candidato de Vox en una moción de censura, avísenme de que ya no estoy para esos trajines y voy a hacer el ridículo, por si yo no me hubiese dado cuenta.

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