Tribuna libre

El candidato inesperado a las elecciones sindicales del 22M

"CCOO negocia las 35 horas con la Administración porque, junto con UGT, es el único sindicato que tiene la representación estatal para hacerlo"

Concentración de los funcionarios para exigir las 35 horas semanales.

Concentración de los funcionarios para exigir las 35 horas semanales. / UGT

Santiago Navarro

Desde siempre a la Administración Regional le ha sido más sencillo negociar con los diferentes sindicatos corporativos que con los sindicatos de clase. Les ofrece alguna migaja para su colectivo y ellos a cambio le firman acuerdos que no suelen favorecer al resto de personas trabajadoras y, además, salen en los medios reforzando cualquier disparate que se le ocurre a la administración.

Pero la última desfachatez ha sido inmiscuirse en el proceso de elecciones sindicales del 22 de marzo en la administración pública: Sanidad y Administración y Servicios. Resulta que uno de esos sindicatos plantea una jugarreta en la que, con la misma plantilla que hace 4 años, ahora podrían conseguir 23 delegados y delegadas más. Y el Servicio Murciano de Salud les ríe la gracia, le compra la jugada. Para su desgracia hay normativa electoral, y las elecciones sindicales no las marca la patronal, por lo que se le cae el juego trilero. Pero no es, ni de lejos, la única jugada sucia que se ha consentido: candidatos que se caen a última hora, resoluciones que no llegan, periodos de subsanación que intentan que desaparezcan…

Claro que no hay dos sin tres, y llegamos al tema de las 35 horas. CCOO negocia las 35 horas con la Administración porque, junto con UGT, es el único sindicato que tiene la representación estatal para hacerlo, y por ese mismo motivo plantea a la administración regional la implantación en la Región de Murcia, cosa que hasta hace 4 meses ningún otro sindicato en la Mesa General de la Función Pública había planteado. Sí, 4 meses. En noviembre del 2022, CCOO y UGT negociaron con el presidente López Miras, el desarrollo del Acuerdo Marco firmado con el Gobierno central el pasado 19 de octubre para una Administración del siglo XXI, en el que se incluyen las 35 horas. 4 meses en los que el consejero ha dado vueltas y ha retrasado el proceso, aun sabiendo que es tiempo perdido, porque por normativa las 35 horas tienen que implantarlas sí o sí. De hecho, somos de las pocas comunidades autónomas que aún no lo han implantado.

Desde hace 2 semanas existía un preacuerdo para la reducción a 35 horas de forma progresiva, solo faltaba la firma. En la negociación se manejaban 2 opciones: una en abril de 2023 y septiembre 2024, y la otra en junio de 2023 y junio de 2024. Desde CCOO y UGT considerábamos que la mejor opción era junio-junio para Sanidad y Administración pública, y septiembre-septiembre para Enseñanza; si bien nos fiábamos lo justo de la administración, porque con elecciones autonómicas en mayo, ahora se promete de todo. Pero, una vez más, aún ya estando aprobado, la Comunidad Autónoma prefiere continuar con la cadena de favores.

Y aquí vienen los favores debidos del “tú me apoyas y yo te cubro”. A falta de 15 días para las elecciones sindicales en la Pública, algunas organizaciones recuerdan que están pendientes las 35 horas, y aparece el candidato sindical inesperado. Un candidato sindical que podría haber concedido mejoras salariales para un colectivo (y no para el total) y que ahora podría pedir que se mencionara en todos los ámbitos que no hay recursos para implantar las 35 horas. Y quizás, sólo quizás unos saliesen contando que no es posible rebajar las 35 horas en verano porque hay vacaciones, y otros, que no se puede negociar solo con nosotros porque para eso está la Mesa General.

Hay que recordarle a ambas partes que la Administración negocia con nosotros (CCOO y UGT), porque, más que les pese, somos los sindicatos más representativos en el Estado y en la comunidad autónoma y, por tanto, los legitimados para negociar cualquier aspecto laboral que suceda en esta comunidad.

El espectáculo del viernes de citar a todos los sindicatos de la Mesa General para negociar la implantación de las 35 horas, ha sido un circo, porque YA está cerrado, y negar a las personas trabajadoras disfrutarlas desde junio, no obedece a otro motivo que influir en el proceso de elecciones sindicales del 22 de marzo. Pero ahí se equivocan, porque quien decide en las elecciones sindicales son las y los empleados públicos y no ellos. Es el momento de decirles alto y claro que queremos las 35 horas ya, que se dejen de juegos y de manipulaciones. Y para ello será clave la decisión que tomen en las elecciones del miércoles 22 de marzo. Ahí se decide para cuatro años si apostamos por unos servicios públicos fuertes o continuar con el proceso de externalización del gobierno en los últimos 30 años.   

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