Están en pleno romance, en la etapa de cortejo, en la de enamoramiento pasional y embeleso. Así se podría definir la relación actual del alcalde de Murcia y candidato del PSOE a las elecciones municipales, José Antonio Serrano, y de Ginés Ruiz Maciá, más conocido como Gino, el exconcejal de Podemos hasta hace unas semanas que ha sido el fichaje estrella del líder municipal para su lista electoral.
La etapa de enamoramiento es preciosa, pero el que fuera concejal morado debe saber que esa fase no dura siempre y que puede que se convierta, con el tiempo en un recuerdo amargo. Hay ejemplos en la historia reciente del PSOE que hablan del poco aprecio que los socialistas tienen a los independientes que entran en sus listas pese a que luego acaben dándose de alta en el partido y abrazando el carné socialista.
Eso le ha pasado a Teresa Franco, concejala de Igualdad, y número 2 de Serrano para los comicios de 2019. Una mujer que fichó el alcalde para su lista como independiente, igual que Gino, y de la que se benefició por ser muy conocida a nivel nacional al haber denunciado a un superior (ella era militar) por acoso laboral. Con el tiempo, se afiló al PSOE aunque fue de más a menos y saboreó la amargura de no sentirse valorada.
Franco estuvo durante toda la oposición ejerciendo las competencias relacionadas con Seguridad y cuando llegó el momento de gobernar, tras la moción de censura, le dieron otras atribuciones muy alejadas de las que había realizado cuando no tenía responsabilidades de gobierno. Fue desplazada como número 2 y acabó siendo prácticamente la última teniente de alcalde.
No le dieron muchas explicaciones aunque las pidiera, y subliminalmente aludieron a su denuncia contra el militar y su condición de mujer, como si debieran protegerla de algo. Tampoco fue apoyada por casi ninguno de sus compañeros en ese pleito como tampoco lo ha sido recientemente a raíz de su enfrentamiento con Luis Gestoso, el candidato de Vox a la alcaldía, al que ha denunciado.
El periplo de esta independiente, de la que Serrano ha prescindido ahora, puede dar una pista a Ginés Ruiz Maciá sobre cómo se las gasta el PSOE. Por lo pronto lo han puesto de número 7 en la candidatura, una posición que indica que mucho lo quiere Serrano, pero no tanto como para desplazar a su núcleo duro que representa el poder de las agrupaciones socialistas con las que se negocia la lista electoral.
Sobre todo, la de El Raal, en la que están el todopoderoso Francisco Lucas, un hombre del que se dice en la Glorieta que es el que mece la cuna (es diputado regional, portavoz en la Asamblea y hombre de confianza de Pepe Vélez, delegado del Gobierno y candidato a las elecciones autonómicas), y la concejala Carmen Fructuoso, que ha saltado al número 2 de la lista del alcalde.
No cabe duda de que Gino hará un buen trabajo como el que ha realizado empujando importantes proyectos para Murcia que de otro modo nunca habrían sido pergeñados por la cabeza pensante socialista. Ahora falta que salga de concejal, que le dejen trabajar y que la intención de los socialistas no haya sido solo utilizarlo como reclamo electoral, tal y como le ha pasado a Teresa Franco. Un tipo valiente sin duda que tendrá que andarse con pies de plomo para no acabar como otras independientes que se integraron en las listas socialistas. Por nadie pase.
Las sillas, nuevo episodio del culebrón. Al paso que va el Ayuntamiento (ha quedado desierto el contrato de urgencia) corre el riesgo de que sea el propio alcalde de Murcia, José Antonio Serrano, el que tenga que remangarse y colocar las sillas para la primera procesión. Fuera bromas, el asunto puede acabar en tragedia si en unos días no encuentran una empresa que sea capaz de ofrecer el servicio. La complejidad está en la instalación de tribunas para las fiestas y no únicamente en la colocación de sillas. Las tribunas llevan un trabajo complejo que no todas las empresas de suministro de sillas pueden realizar. Siempre puede el Ayuntamiento recurrir a Pepe Vélez, delegado del Gobierno y candidato del PSOE a las elecciones autonómicas, para desatascar el tema. Ya lo hizo con los pedáneos.