LIMÓN&vinagre

El 'simpa' de la Cenicienta con mensaje

Alexandria Ocasio-Cortez

Pilar Garcés

Pilar Garcés

Puede que sea una de las cinco políticas con mayor magnetismo del mundo, pero su imagen está en entredicho. A Alexandria Ocasio-Cortez, la joven y combativa congresista demócrata norteamericana, le gustan los grandes líos, y por eso se peleó abiertamente con la vicepresidenta Kamala Harris por su gestión de la inmigración, o fue detenida por la policía hace unos meses en una protesta a favor del aborto.

Emblema emergente del ala más izquierdista del partido de Joe Biden, lo último que sus 8,6 millones de seguidores de Instagram, trece millones de Twitter y su legión de fans a pie de calle podían esperarse de AOC, como se la conoce, es que la busquen al más alto nivel por haberse olvidado de abonar gastos de peluquería y maquillaje por valor de varios miles de dólares. Caray con la inflación.

Alexandria Ocasio-Cortez

Alexandria Ocasio-Cortez

Su presencia en la Gala del Met de septiembre de 2021, la primera tras la pandemia, está trayendo tanta cola como el vestido que lució en la elitista alfombra roja. Un palabra de honor blanco que llevaba estampadas en rojo las palabras Tax the rich (impuestos para los ricos) con bolso a juego, creados para la ocasión a medias con la diseñadora Aurora James, favorita de Beyoncé y otras divas, con su marca Brother Vellies. Tal vez esté pagando el karma de eclipsar en un sarao a la mismísima Kim Kardashian. Y a Rosalía, que envuelta en un mantón de Manila debutaba esa noche en la madre de todas las veladas.

El Comité de Ética de la Cámara de Representantes del Congreso investiga si Ocasio-Cortez pudo contravenir el código deontológico de la institución al asistir a la fiesta benéfica del Instituto del Vestido del Museo Metropolitano de Nueva York, con entradas a 35.000 euros, invitada por su organizadora Anna Wintour, por constituir un regalo no permitido para un cargo público de su rango.

Las elevadas facturas en concepto de alquiler del vestido, peluquería, maquillaje y uso de una habitación en un hotel de lujo como el Carlyle (5.000 euros) para prepararse ella y su novio, así como el transporte hasta el lugar del evento han sido abonadas tras impacientes requerimientos de sus acreedores, y solo cuando el citado Comité se ha interesado por el asunto. Aunque la demócrata ha insistido en que se trató de un error involuntario de uno de sus ayudantes que ya se ha subsanado, se cuestiona directamente la presencia de quien ejemplifica el ala más radical, progresista y feminista del partido en un convite copetudo para millonarios y estrellas.

Qué necesidad de ir, incluso para ejercer de mujer anuncio de uno de sus caballos de batalla, el incremento de la presión fiscal a las grandes fortunas. Cabe preguntarse si su paseo entre flashes como una influencer más se puede enmarcar «en el espíritu del pueblo», que ella misma acuñó en su presentación del socialista Bernie Sanders en el último congreso demócrata. O si estamos ante un derroche de dinero y glamur que la aleja de sus votantes y la mete de una patada en el establishment que tanto detesta. Han dado las doce, la limusina se ha convertido en calabaza y la defensora de las causas perdidas tiene que volver al mundo real porque la fiesta fue un improcedente espejismo.

Ya tardaba un tropezón de AOC, elegida a los 29 años en 2019 como la congresista más joven de la historia de Estados Unidos y en quien algunos ven una rival viable de Biden para 2024 (aunque por su edad podría esperar varios mandatos). Dinámica, culta, brillante, auténtica, orgullosa de sus raíces puertorriqueñas y de su ascendiente obrero, trabajaba en una taquería antes de dar el salto a la política.

Experta en el manejo de las redes sociales para transmitir una sensación de cercanía, odiada por la caverna y siempre en el disparadero de los medios de comunicación de la derecha, no acostumbra a amilanarse por poderoso que sea su contrincante. Habló contra la exención de impuestos a Amazon cuando se implantó en Nueva York, y no tuvo reparo tampoco en enzarzarse en un duelo dialéctico con Elon Musk cuando supo de las intenciones del magnate de comprar Twitter. «Tiene un gran gusto con los pintalabios», le respondió el dueño de Tesla. Tan machista como profético, Ocasio-Cortez ha tenido que demostrar que está al día en el pago de su roja sonrisa.

La congresista Ocasio-Cortez, en la Gala del Met de 2021, luce el vestido con el mensaje: Tax the rich.

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