ERRE QUE ERRE (rock and Roll)

Unidas pese a las diferencias

Unidas pese a las diferencias.

Unidas pese a las diferencias. / Jutxa Ródenas

Jutxa Ródenas

Jutxa Ródenas

Eres tan sólo eso, ni más ni menos que eso, una mujer. Simone de Beauvoir dejó plasmada en una frase que pasaría a la historia las palabras indelebles con el paso de los años: la mujer no nace, se hace. Ni que decir tiene que con esto sembró la semilla del principio de un movimiento revolucionario que para muchas, desencadenó una nueva forma de vida en el mundo contemporáneo, la aparición real del movimiento feminista.

El mundo que ha cambiado la mujer necesaria, la valiente, altiva, tigresa, la que lucha cada día por mejorar este denostado planeta, el que a veces parece no estar poniéndolo fácil para conseguir lo que suponemos simples objetivos. No se le ocurrió eso de Divide y Vencerás enfrentando a manifestantes que en un mundo en igualdad no necesitarían salir a reivindicar nada y en un país coherente suponemos que alzarían la voz por esa equidad. Y seguimos en la lucha, con la certeza que son seres inteligentes sin pertenecia a ningún color político las que manejan las armas que harán vencer a los verdugos que nos aprietan los grilletes con la peor intención, la de que sigamos encadenadas a la censura, a doblegarse ante una sociedad que pretende seguir imponiendo una necesaria liberación, la de vivir en la independencia. Vidas propias, historias comunes al margen de lo que se necesite ser.

La condición femenina como nacimiento de una nación. La mujer, pese a todo, aún no ha encontrado su sitio y no lo hará hasta ser consciente de haber hallado su verdadera libertad. Ese día será el que encendamos el alumbrado en el camino de la lideración, en el que los senderos a elegir sean la decisión de procrear o no, libremente. Ese día será cuando habremos abolido la fuente inagotable de desigualdad y subordinación para la mujer como es el oficio de la prostitución, cuando ninguna de nosotras sufra violencia machista.

No se trata de recibir una paliza; yo misma he tenido que soportar esta semana un par de improperios bien feos por parte de quien se supone está educando a un menor, con perdón por sentirme víctima ante las once mujeres asesinadas por sus parejas en lo que va de año. Aquí no se demoniza al hombre por el hecho de serlo, aquí se refleja una realidad que aún muchos se niegan a ver. Ojo que tampoco paso por alto la falta de sororidad y empatía de muchas féminas que nos dedican el rechazo mas visceral cuando sienten que le haces el menor atisbo de sombra. Son mujeres que invalidan la lucha acontecida, de nuevo les pido clemencia si afirmo encarecidamente ante el Comité de Sabias del Feminismo Blanco, que la primera canción reivindicativa de la historia la interpretó una rubia oxigenada, maquillada hasta las trancas y puesta de minifalda llamada Nancy Sinatra, reivindicando la emancipación de la mujer en la década de los 60 con la popular These boots are made for walkin.

Perdonad si no me enganché ayer a la pancarta morada de Irene Montero donde dos líneas después se podía leer «hombre muerto, abono pa’ mi huerto», si bien hemos de agradecer a muchas mujeres su exploración por la lucha de sexos, sexualidad y raza este de feminismo o barbarie no es el que yo elijo. Mujer no debería ser factor de riesgo para un igual.

Vaya putada que un año más este haya sido de reivindicación de la igualdad de derechos entre géneros y no de celebración por la consecución de los mismos.

Mientras llega seguiremos luchando… y aunque desvirtúen el significado del término para desunirnos, defendamos el FEMINISMO.

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