LO VEO ASÍ

Independentismo, puesta en escena

Pity Alarcón

Pity Alarcón

El pasado lunes se inauguraba en Barcelona el Mobile World Congress, también conocido como Congreso Mundial de Móviles. Este congreso sobre la tecnología global y la plataforma I+D que pretende fomentar la colaboración internacional en las comunicaciones inalámbricas móviles, es considerado como el más importante del mundo en su sector, entre otras cosas porque desde su puesta en marcha, en 2006, fue fuertemente apoyado por las autoridades de China y las más importantes compañías del sector. La edición de 2020 fue cancelada por la pandemia del Covid-19, y aunque se reanudó en la misma ciudad en 2021, lo cierto es que había perdido su fuerza primitiva ya que los grandes fabricantes habían dejado de asistir, hasta este año en que, al parecer, de nuevo adquiere toda su dimensión.

Y alegra que este acontecimiento vaya recuperando su normalidad, y preocupa el que algunos no hagan nada para recuperar las maneras de la cortesía y del saber estar. Algo que algunos políticos catalanes perdieron en el fragor del proceso soberanista de Cataluña, más conocido como el procés català: ese conjunto de graves hechos políticos que se desarrollaron allí, desde el año 2012 hasta 2021, con el objetivo de lograr la autodeterminación y la independencia de esa comunidad autónoma con respecto al resto de España.

En los últimos tiempos, el llamado procés pareció haber amainado el ruido, entre otras cosas por la salida de la presidencia de la Generalitat catalana del sectario Quim Torra (condenado en 2020 a las penas de multa e inhabilitación especial para cargo público), la llegada de Pere Aragonés al Gobierno de la Generalitat, y sobre todo, por el encausamiento de la expresidenta del Parlament de Cataluña Laura Borrás (procesada por presuntos delitos de prevaricación, fraude, falsedad documental y malversación continuada), que parece haber obligado a los más revoltosos del independentismo a ser más mesurados en el pedir, mientras se aclara lo de la corrupción cuando ella estaba al frente de la Institució de les Lletres Catalanes, donde al parecer se cometieron fraudes al adjudicar contratos a dedo a un amigo.

Sí, en lo del procés parece haber disminuido el ruido y la furia, pero las tontunas de algunos continúan, porque díganme como hemos de calificar el hecho de que tanto el president de la Generalitat catalana, Pere Aragonés, como la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, se pasaran todo el día de la inauguración en un continuo ejercicio de escapismo, de absoluto ridículo, intentando jugar al ratón y al gato con los medios de comunicación para que no les tomaran fotos en las que pudieran aparecer junto el rey Felipe VI, que inauguraba el acontecimiento, acompañado por el presidente,Pedro Sánchez.

Porque aunque algunos medios de comunicación se empeñen en decir que «Felipe VI, Sánchez y Aragonés inauguran el primer Mobile World Congress con normalidad tras la pandemia» no puede ser que entendamos como normal que tanto Pere Aragonés como Ada Colau se negaran a participar en el saludo protocolario a la llegada del rey al recinto ferial, haciendo gala de su falta de saber estar: tan ridícula fue la cosa que tras la bienvenida oficial, en la que el monarca estuvo acompañado por el presidente del Gobierno español, ya sí aparecieran (fuera de foco) en la reunión que el soberano mantuvo con los organizadores, para conocer de varias empresas tecnológicas algunas de las novedades presentadas en la mayor feria de telefonía del mundo, viéndose obligados a posar en la foto de familia en la que aparecen todos sonrientes, aplaudiendo, mientras ellos posan con cara de funeral, y sin aplaudir.

¿De verdad estas patéticas puestas en escena son necesarias? ¿Esto es ser nacionalista o independentista? Yo creo que tiene mucho que ver con la educación.

Suscríbete para seguir leyendo