Verderías

En AVE a Fitur

Herminio Picazo

Herminio Picazo

Es un lujo. Estoy escribiendo esto en mi ordenador portátil a bordo del AVE a Madrid mientras por la ventana, a toda velocidad, pasan los estupendos paisajes castellano-manchegos, súper cómodo en mi asiento, con cargador de batería y wifi, y habiendo salido de Murcia por un túnel que me hace no tener la mala conciencia de interrumpir en mi viaje la trama urbana de los barrios del sur murcianos.

Lo malo es el precio de este billete del AVE que me lleva a la Feria Internacional de Turismo de Madrid. Igual es que no atino con las promociones o que he comprado a última hora el billete de ida y vuelta en los trenes más directos, pero el caso es que los 140 euros dicen bien poco del impacto positivo sobre la desigualdad que pudiera tener el AVE a Madrid. Aunque el propio tren vaya a implicar tantas cosas positivas para la región, incluidas muchas desde el punto de vista turístico, desde luego los de la popularización del viaje rápido a las personas menos pudienteS no estará entre ellas.

Este año en FITUR llevo una buena agenda de cosas por hacer para una visita que lamentablemente será muy rápida. De las muchas propuestas del stand de la Región de Murcia seguro que van a resultar muy interesantes las presentaciones sobre el producto Naturaleza Sensorial, el Plan de Impulso al Turismo Cultural, el turismo azul y las acciones promocionales de Caravaca 2024.

En cualquier caso, visitar FITUR siempre es imprescindible. Se trata de un mastodóntico escaparate al que, como los musulmanes a la Meca, es preciso ir al menos una vez en la vida. Un espacio colorista y divertido, un tanto falsario pero imprescindible para tomar el pulso a un sector que en España supone más del doce por ciento del producto interior bruto y que el año pasado, hasta noviembre, registró cerca de 70 millones de turistas internacionales. Aunque los profesionales alertan de que progresivamente la Feria se va convirtiendo más en un escenario de cara a la galería que en una oportunidad de cerrar tratos, sin duda es también una ocasión única para conocer de un solo vistazo la realidad de una actividad tan importante.

En la difusión previa de esta edición de FITUR los organizadores han recalcado que será el año de promocionar la sostenibilidad. Me gustaría que así fuese y allá voy para comprobarlo. Tanto en España como en nuestra región, la sostenibilidad en el turismo no es que sea una nueva tendencia, sino que es una absoluta obligación si queremos tanto contribuir en positivo, como crear o potenciar nuevos segmentos de mercado turístico. También me va a apetecer visitar el stand del socio internacional de este año de FITUR, que es Guatemala, un país de una belleza sorprendente.

Ya os contaré. De momento, tan fácil y tan modernamente, a bordo de un tren a 260 kilómetros por hora, le doy a un clic y mando esto al periódico.

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