Cartagena D. F.

Jimena y su mundo

Andrés Torres

Andrés Torres

Jimena tenía prisa por nacer y llegó al mundo en la Arrixaca apenas diez minutos después de iniciado 2023. Con estos nacimientos de cada 1 de enero se hace realidad de forma literal el dicho de ‘año nuevo, vida nueva’. A mi me gustaría añadir noticias buenas.

La verdad es que este primer cuarto de siglo que estamos a punto de completar está plagado de momentos que no pasarán a la historia precisamente como una invitación al optimismo.

A Jimena y a todos los niños que nazcan a lo largo de este 2023 habrá que explicarles que en este mundo no todo son malas noticias. Que, afortunadamente, no todos los líderes mundiales se han vuelto locos y han decidido bombardear a sus vecinos. Que entre escombros y sirenas amenazantes, hay quien nos da una lección y celebra que sigue vivo en el nuevo año. Que el calor aprieta y el mundo cambia, pero que sigue en nuestra mano revertir este cambio o adaptarnos y cambiar con él. Que ha muerto un Papa y también un Dios del fútbol, pero que, en ambos casos, tenemos otro. Que los langostinos y el cava de estos días están por las nubes, pero que hemos podido saborearlos juntos y brindar chocando las copas con los que más queremos, un gesto que la pandemia nos enseñó que es mucho más que un tópico.

A veces, cuesta encontrar el lado positivo de las cosas, pero nunca debemos renunciar a buscarlo. Eso es lo que debemos enseñarle a Jimena y a todos nuestros niños. También a muchos mayores.

Hay quienes nos dicen que la felicidad es una actitud, aunque, entre bombas, desastres, enfermedades, tensiones y muertes sea más complicado mantenerla.

Bienvenida, Jimena a este mundo hecho a la medida de valientes como tú, porque puede ser peor o mejor, pero es en el que nos ha tocado vivir y, a pesar de todo, pocos te van a negar que nacer merece la pena. 

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