Murcia D. F.

El tranvía, ¿regalo de Reyes para Murcia?

El Gobierno de la capital tendrá esta semana una reunión importante en la que se despejarán las dudas sobre la llegada al Carmen de este medio de transporte

Lola García

Lola García

De un tiempo a esta parte, los políticos se niegan a dar fechas de proyectos e iniciativas para que luego la hemeroteca no les afee el incumplimiento de la palabra. El alcalde de Murcia, José Antonio Serrano, novato en estas lides, se mojó hace meses y dijo que antes de que acabara el 2022 habría importantes noticias referentes a la participación del Estado en la ampliación del tranvía al barrio del Carmen. No son pocos los que a diario le recuerdan, en redes sociales, que este año está a punto de acabar y que aún nada se sabe de la anhelada prolongación, que ha sido ampliamente debatida en el Pleno municipal del Ayuntamiento y que ha logrado el consenso para que se pueda realizar.

No sin polémica, como gusta hacer a los administradores capitalinos, que se enzarzan en nefastos debates y rifirrafes para llegar al mismo punto: la necesidad de que el Ministerio de Transportes se retrate y afloje la chequera para sufragar al menos 20 millones, una tercera parte de lo que costaría la obra que habría que realizar para alargar el tranvía desde la Redonda hasta la zona sur. Lo ha pedido Podemos, los populares y hasta el Gobierno de coalición de la Glorieta, que mantuvo un primer encuentro hace meses para lograr el objetivo.

Precisamente, los socialistas no dejaron escapar la oportunidad de recodarle a la ministra del ramo, Raquel Sánchez, que esa petición sigue encima de la mesa en la inauguración del AVE Murcia-Madrid, hace ya una semana. Un toque muy apropiado para una ciudad en la que el coche campa a sus anchas, con la consiguiente contaminación y envenenamiento poblacional, y cuya obra tranviaria supondría un revulsivo para el transporte colectivo. Además, dejaría encarrilado el futuro de la movilidad urbana, donde este medio sería la pieza angular y vertebradora del municipio a medio largo plazo.

La ministra ya parece que ha entendido, o debe entender, la necesidad que existe sobre ese proyecto y que la Murcia cochista debe acabarse cuanto antes. De hecho, esta semana habrá una importante reunión en la que se podrían despejar muchas dudas y quizá los Reyes Magos, por una vez, se acuerden de la capital de la Región.

En esta cruzada, el Ayuntamiento de Murcia cuenta con un gran aliado en la Delegación del Gobierno, una institución encabezada por Pepe Vélez, que también está de acuerdo en destinar dinero del Estado a la iniciativa capitalina, un tanto que se apuntarían los socialistas de cara a las elecciones municipales de 2023, una cita electoral que ya tiene nerviosos a todos los partidos de la corporación. 

Ese detalle debería dar alas también a la oposición, sobre todo, al PP, para unir fuerzas con el PSOE de cara a hacer fuerza ante Madrid en aras del bien común. En su momento, en el anterior mandato, cuando el entonces alcalde, José Ballesta, requirió del apoyo del Estado para el yacimiento de San Esteban, lo obtuvo de manera objetiva y sin partidismo de la mano del socialista Pedro Saura, entonces secretario de Estado de Infraestructuras en el Ministerio de Fomento. Una colaboración crucial para unos restos que aún siguen a cielo abierto y un precedente que demuestra que cuando hay una iniciativa positiva se debe colaborar, mande quien mande.

Ya de paso, los populares del Ayuntamiento podrían también hablar con sus compañeros del Gobierno regional, en concreto con los que comandan la consejería de Fomento, para que también arrimaran el hombro. Y no por una cuestión electoral sino en cumplimiento de las propias previsiones del departamento regional que sitúan al tranvía como un elemento vertebrador y en el Plan Director de Transporte incluso proponen llevarlo a Molina de Segura. Nada es imposible si se dejan de miopía política. Por nadie pase.

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