El Prisma

AVE y comunicaciones ferroviarios: todo llega en esta vida

Pablo Molina

Varias décadas después de que las principales ciudades de España estuvieran conectadas por alta velocidad con Madrid, el AVE llegará también a Murcia, un evento histórico que habría que celebrar como se merece.

Ha sido esta del AVE una aventura llena de tropiezos, adornados con las notas pintorescas de los dirigentes locales del PP cuando profetizaban año tras año la buena nueva y, llegado el momento, todo seguía exactamente igual. A este respecto es preciso recordar los anuncios recurrentes de Francisco Bernabé cuando estaba al frente de la Delegación del Gobierno, para que los murcianos supiéramos que ese año nos comeríamos las uvas en la Puerta del Sol de Madrid. Las uvas que guardábamos para celebrar las campanadas de Nochevieja debajo del balcón de la Pedroche se echaron a perder, al mismo ritmo que las esperanzas de que un día veríamos esa conexión ferroviaria adecuadamente puesta en servicio.

Pero todo llega. Y en Murcia, también. El AVE directo ya está aquí y no ha sido el PP el que lo ha traído, a pesar de que lleva rigiendo los destinos de la taifa más de un cuarto de siglo de manera ininterrumpida. Lo ha traído Sánchez, el que conspira día y noche para hundir a la Región de Murcia con agravios presupuestarios, ataques injustificados y todo tipo de sevicias. Hombre, tan malo no será que nos ha traído el AVE directo, un sueño colectivo frustrado con insistencia contumaz durante el bernaberato.

¿Es tan importante el tren de alta velocidad? Pues sí, señora; naturalmente que lo es. No tanto para que los murcianos podamos estar en un tiempo razonableen el centro de España, el principal hub internacional de nuestro país, sino para que la gente del resto del mundo pueda venir a nuestra tierra en un medio de transporte decente y con un trayecto de duración homologable al del resto de capitales de provincia peninsulares. Ese es el principal factor de desarrollo que implica una infraestructura de este tipo, aunque todo lo veamos siempre desde la perspectiva roma de nuestra comodidad cotidiana.

Los billetes de AVE a un precio de 19 euros, precio de inauguración, son un reclamo que, combinado con una oferta turística atractiva, puede generar riqueza en esta provincia tan atrasada en todos los órdenes por culpa de todo el mundo menos del PP murciano, que aquí los populares no tienen culpa de nada. Total, llevan tan solo 27 años gobernando y no han tenido tiempo material para hacer realidad su proyecto de región.

A los populares de aquí les gustaría que el viaje inaugural lo hiciera Núñez Feijóo acompañando al rey, pero no va a poder ser. Será el malvado Sánchez quien ocupe el asiento contiguo al de Felipe VI, con López Miras como un pasajero de circunstancias que tendrá que afrontar el trago con la mejor de las sonrisas, dado que se trata de un acto exquisitamente institucional.

Aunque los problemas de desarrollo ferroviario de Murcia siguen existiendo, lo cierto es que con la llegada del AVE esta próxima semana se da un gran paso hacia el futuro. Falta desarrollar unas conexiones de cercanías ágiles, pero sobre todo poner en marcha el Corredor Mediterráneo de mercancías, la infraestructura definitiva que puede suponer, ésta sí, un salto de gigante en el desarrollo industrial y económico de la región.

En este aspecto concreto es fundamental la conexión con Cartagena, verdadero polo industrial de la región y una zona maltratada históricamente que tiene que ser, en el futuro, el epicentro del desarrollo regional.

A ver si Sánchez nos dejara esta vez.

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