Apuntes del natural

De nazis y campanadas

Una imagen de Smiley.

Una imagen de Smiley. / Netflix

Enrique Nieto

Enrique Nieto

Se acabó. Y al igual que yo me quedé sin abuela, Luis Enrique se ha quedado sin la Selección. Acerca de este tema hay comentarios para todos los gustos en los medios de comunicación y en la calle. El caso es que, en el partido contra Marruecos, nuestros jugadores tuvieron la posesión del balón un 80% del tiempo, pero no les sirvió para nada porque apenas tiraron a puerta. Y, luego, lo de los penaltis fue de chiste. Estaba claro que ahí se necesitaban hombres con mucha más experiencia. Los jóvenes, algunos tan buenos como Pedri o Gavi, se iban abajo ante la responsabilidad del partido. En fin.

Ella es coherente. Dos hombres y una mujer están hablando del partido en medio de un supermercado, con los carros encontrados, el miércoles: «Esto es un fracaso del entrenador». Dice uno de ellos. ‘Es un fracaso de todos, de él y de los jugadores’, opina el otro. La mujer añade: «Lo que es un fracaso y un puñetero desastre es que se esté jugando el Mundial en Qatar. Yo me ahorrado el berrinche porque, como Pepe puede decirte, no he visto ningún partido. Y mis dos mejores amigas, tampoco. Un sitio como ese, con mucho dinero, pero lleno de injusticias con las mujeres. Vamos, que ni pensarlo».

Día especial. La fecha de hoy es 111222. Simpático, ¿verdad?

Aparentes fallos. Siempre suelo ver el telediario de la noche en la 1 de TVE que presenta Carlos Franganillo. Es un buen informativo y él da credibilidad a lo que dice. Pero, hay otros programas en ese canal que uno no llega a comprender cómo es posible que a alguien se le ocurra hacer esas cosas. El jueves, en Aquí la Tierra, apareció el presentador disfrazado de hombre prehistórico y es que daban ganas de llorar de ver aquello. ¿A quién se le ocurre semejante chorrada? Y me entero por la prensa de que las campanadas de fin de año en la 1 de TVE las va a presentar Ana Obregón. ¿Alguien piensa que va a haber españoles que conecten con esa cadena porque salga esta mujer? En fin, a lo mejor es cosa mía, pero ¿Ana Obregón?

La repanocha. Todo huele ya a Navidad. Solo falta el ‘vuelve a casa, vuelve’. En los puestos del mercado ya hay hombres y mujeres que compran alimentos para congelar, antes de que suban los precios todavía más. «En todo se nota la inflación, pero en la comida es que es ya la repanocha», decía una señora el otro día en la cola de la carnicería.

Buenos sueldos. Esta semana se ha producido una noticia bastante sangrante. Resulta que los trabajadores de Banco Central Europeo plantean ir a una huelga ante la decisión de los dirigentes de subirles el sueldo ‘solo’ el 4.7%. Pero hay otro dato que ellos no suelen decir, y es que la media de los sueldos en esa institución es de 95.000 euros al año. Quién los pillara.

Animarle la vida. Le pregunto a una amiga, soltera, de más de cincuenta años, pero de muy buen ver, que si tiene a ‘alguien’ ahora: «Tengo un medio novio que vive en Francia. Cuando puedo, voy a verlo, y él también viene por aquí cuando el trabajo se lo permite, que es muy poco. Así que voy a ver si encuentro a alguien más cerca que me anime un poco la vida».

Increíble pero cierto. Qué locura lo de Alemania. Han detenido a una serie de personas de ideología cercana a los nazis que planeaban un golpe de estado. Parece mentira que eso se pueda dar hoy en día. Muchos pensamos que la democracia está perfectamente asentada en nuestras naciones, pero debemos estar muy pendientes de lo que nos rodea porque hay gente que querría romper nuestra convivencia democrática e imponer sus ideas a los demás, por la fuerza. Y no se crean que los alemanes en este complot eran gente sin formación, que había jueces, médicos y demás. Lo que ocurre es que es difícil pensar que solo estaban metidos en este asunto los de alrededor de treinta que han sido detenidos. Deben ser muchos más. Tenían armas, chalecos antibalas, etc. El plan era tomar el Reichstag, el parlamento nacional alemán. Ya les digo, una locura.

No se encuentra bien. Una señora mayor a otras dos, en la calle: «Hija mía, ¡me duele ‘to’!»

Estoy viendo Smiley, una serie española hecha en Cataluña, protagonizada por Carlos Cuevas y Miki Esparbé. Es una de esas cosas filmadas con ambiente navideño de fondo para las historias, como Love Actually, pero con una diferencia fundamental: la película inglesa iba toda de amores entre personas heterosexuales, y en esta hay, además de las heteros, otros tipos de relaciones, de chicos, de chicas, algún trío, etc. Lo fundamental es que está bien hecha, tiene un buen ritmo y, si no es usted muy estrecho de miras, se deja ver muy bien. Creo incluso que podría ser como una respuesta a Love Actually, como si el director hubiese dicho: «Ahora voy a hacer yo una película de amores en Navidad, pero con todos los posibles amores entre seres humanos, porque todos son igual de cinematográficos, si los seres que se aman están de acuerdo».

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