Tribuna Libre

Un momento crucial para la Educación

Mabel Campuzano

Las naciones se enfrentan a lo largo de su historia a momentos que suponen una encrucijada en su devenir. De estos momentos se puede salir airoso y avanzar por la senda del progreso y la modernidad. Pero sin las medidas adecuadas, se puede infligir un daño social, económico e institucional que no se reparará en décadas.

No creo incurrir en dramatismo si digo que España se encuentra en uno de estos momentos. Hemos visto cómo el Gobierno de la nación actúa al dictado de las fuerzas que pretenden la disolución de nuestra nación. Hemos visto cómo formaciones políticas que jaleaban los atentados contra las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado son ahora quienes dirigen estas Fuerzas y Cuerpos. Hemos visto cómo los ciudadanos se ven azotados por una inflación feroz y el Gobierno se niega a deflactar y rebajar los impuestos, aprovechando la circunstancia para lograr niveles de recaudación nunca vistos. Hemos visto cómo un alumno español no tiene derecho a recibir clases en español en España. Señorías, o se cambia de inmediato el rumbo trazado por el Gobierno de España o los estragos a todos los niveles serán difíciles de superar.

También en la Educación nos hallamos en uno de esos momentos. Como defendí el pasado 29 de noviembre en la Asamblea Regional al presentar los presupuestos de la Consejería de Educación, el Gobierno de la Región de Murcia realiza todos los esfuerzos posibles para mejorar este área fundamental. Afrontamos una bajada estructural y progresiva de las ratios de alumnos por aula; avanzamos de forma decidida en la gratuidad de la educación de cero a tres años; implementamos la gratuidad integral de los materiales escolares en la educación obligatoria; emprendemos un ambicioso plan de mejora de las infraestructuras; mantenemos la apuesta por la Formación Profesional; atendemos la atención a la diversidad y la inclusión educativa; elaboramos currículos rigurosos.

Sin embargo, todos estos esfuerzos resultarán en vano si desde el Gobierno de la nación se sigue menoscabando la auténtica esencia de la educación. Una esencia que no es otra que la transmisión de los conocimientos en un ambiente de distensión. Sin embargo, cada ley educativa de la izquierda en nuestro país supone un paso más en la devaluación del conocimiento. Tenemos docentes de primer nivel, que reciben distinciones a nivel nacional. Conocen perfectamente su campo y saben cómo enseñar. ¿Por qué no los dejan hacerlo, señores del Gobierno de España?

La EBAU que pretende el Gobierno central supone otro duro golpe a la ya dañada calidad educativa de nuestro país, para ese despropósito no van a contar con nuestra participación. La prueba propuesta por el ministerio supone una «reducción inadmisible de los contenidos» lingüísticos. La afirmación no es mía, sino del manifiesto de los coordinadores de la Selectividad de diez Comunidades autónomas. Este manifiesto, que acumula ya cerca de tres mil adhesiones, concluye que «fomentaremos la aculturación de los jóvenes».

La prueba reducirá la capacidad de los alumnos para «reflexionar, argumentar, ordenar discursos». No, la afirmación tampoco es mía. Es de la Real Academia Española de la Lengua.

¿Y qué decir de la Filosofía, una materia imprescindible en la formación de una ciudadanía crítica y librepensante? La nueva prueba diluye los contenidos de la materia. Y no, la afirmación tampoco es mía, sino de la Red Española de Filosofía, que agrupa a todos los decanatos de facultades de Filosofía.

En definitiva, desde la Región de Murcia continuamos nuestro trabajo incansable por conseguir una educación donde se premie el esfuerzo y el talento, donde se atienda al alumno de forma individualizada, donde el docente puede desarrollar su tarea en las mejores condiciones posibles, donde los centros educativos dispongan de las últimas tecnologías. Y lo seguiremos haciendo, aunque sea nadar contra la corriente que nos llega del actual gobierno.

Es mucho más que un presupuesto, una ley de Educación o una prueba de EBAU lo que se está dilucidando. Son dos concepciones de la educación: la de la izquierda, con su habitual desprecio al conocimiento y el esfuerzo, su tendencia a politizar todas las instituciones, también las educativas, su igualitarismo mal entendido; y la de este Gobierno regional, que aboga por la calidad de la educación basada en el rigor académico, el respeto al docente y su tarea, el valor del esfuerzo y la libertad de alumnos y familias. En ese camino encontrarán a esta Consejería de Educación de la Región de Murcia.

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