La Opinión de Murcia

La Opinión de Murcia

Pity Alarcón.png

Lo veo así

Pity Alarcón

Anormalidades del Aeropuerto de Corvera

Pasajeros en el aeropuerto de Corvera. | ISRAEL SÁNCHEZ

Estamos en un mundo en el que las noticias se suceden con tanta rapidez que, muchas veces, vivimos acontecimientos a los que no da tiempo darles su exacta dimensión e importancia. Algo así como lo que ocurrió hace unos días, cuando un avión que debía aterrizar por la noche en el pomposamente llamado Aeropuerto Internacional de la Región de Murcia (visto lo visto, lo de internacional le viene un poco grande) llegó con retraso y tuvo que ser desviado al aeródromo de Alicante porque el de Corvera ya había cerrado sus puertas. Como consecuencia del vodevil, las redes sociales se llenaron de chascarrillos de los usuarios del vuelo que no salían de su asombro, que tachaban lo vivido de ‘odisea’ y que se lamentaban amargamente de «las molestias que supone llegar de madrugada a una ciudad diferente a la que has contratado».

El vuelo cubría el trayecto entre Luton (uno de los aeropuertos más importantes de Londres) y la Región de Murcia, por lo que debemos pensar que estaba ocupado, en su mayor parte, por turistas ingleses que venían a nuestra tierra a disfrutar del sol y de unos días de descanso, no a estar de la ceca a la meca hasta llegar a su destino. Pero es que llueve sobre mojado, y nunca mejor dicho.

A principios del mes de abril yo volé de Gran Canaria al aeropuerto de Corvera. Al llegar, caía el agua a manta, una lluvia que cinco minutos bajo ella suponía una ducha en toda la extensión de la palabra, la que nos dimos todos los pasajeros de ese avión porque, extrañamente, no fue ningún autobús a recogernos a la pista de aterrizaje, como hubiese ocurrido en otro aeropuerto medianamente serio. Incluso una señora que viajaba en silla de ruedas fue sometida a la inclemencia del tiempo porque el aeropuerto, en este caso AENA, que es quien lo administra, no puso ningún medio a su disposición. Por supuesto que nos encargamos de mostrar nuestras quejas pero recuerdo la cara impasible del empleado de dicha empresa que nos oía como el que oye llover, que lo estaba haciendo y mucho.

Pero como, al parecer, el muy mejorable funcionamiento de este aeropuerto ha dejado de ser una anécdota, el personal de AENA, como el día de la lluvia que empapó a los pasajeros, ponía cara de juez ante los que han demandado información sobre lo ocurrido hace unos días, manifestando que desconocían los motivos por los que el vuelo se retrasó y llegó cuando el aeropuerto estaba ya cerrado (por cierto, este aeropuerto debe de cerrar una hora más tarde si el vuelo avisa del retraso).

Que nuestros gobernantes estén más preocupados por el nombre del aeropuerto que por el funcionamiento del mismo nos da una idea de que cómo funcionan estos gestores. Que estén más ocupados con el nombre que con el hecho de que este aeropuerto no mantenga vuelos con las dos grandes ciudades españolas donde se mueven los negocios como son Madrid y Barcelona, nos dice mucho de lo enjugascados que pueden llegar a estar con cosas menores. Porque la pregunta es sencilla: ¿es normal que una Región con un millón trescientos mil habitantes tenga aeropuerto, sí, pero no mantenga conexiones aéreas con las ciudades más importantes de este país?

No, no es normal que Murcia sea la única ciudad de España, con más de cuatrocientos mil habitantes que no tiene acceso aéreo a Madrid y Barcelona. Porque esa conexión la poseen ciudades como Badajoz, Almería, Granada, Jerez, por poner algunos ejemplos. Pero no, en Murcia hay que desplazarse a Alicante para ir y volver en el día a las grandes urbes españolas, y para conectar con el mundo también.

Hace años, desde San Javier, se podía volar diariamente a Barcelona, en el Convair Metropolitan y a Madrid en los K Fokker y más tarde en los DC9. Sí, de esto hace muchos años y ahora con eso de Internacional nos quedamos sin conexión. ¿Es normal? Pero, al parecer, lo único que preocupa a los que mandan es el nombre.

Compartir el artículo

stats