La Opinión de Murcia

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Jutxa Ródenas

ERRE QUE ERRE (ROCKANDROLL)

Jutxa Ródenas

Sueño con serpientes

Siempre el mismo sueño, con las mismas personas, la sensación de infinita realidad, mientras te caes por un precipicio, debe ser lo más angustioso que nadie pueda experimentar. Presagios que alertan dando un toque de atención por lo que pueda ser que esté pasando en nuestra vida.

Yo en los míos siempre vuelo y acabo convertida en abeja; sinceramente no he reparado en preguntar o indagar su significado, ya dejaron de ser pesadillas. Cuando mi imaginación mezclaba sueño con realidad y aún a expensas de volverme narcoléptica, dejaron de aparecer las serpientes, que ya me creía la protagonista de aquel temarral escrito por Silvio Rodríguez.

«Hay hombres que luchan un día y son buenos, hay otros que luchan un año y son mejores. Hay quienes luchan muchos años y son muy buenos ; pero hay quien lucha toda la vida, esos son los imprescindibles». (Bertolt Brecht) Sueño con serpientes, con serpientes de mar.

Hace dos días he dejado a un lado las pesadillas. De repente, ya no despierto súbitamente con el corazón en un puño. Resolver asuntos pendientes de la vida real, tal vez sea la cura para esas noches atemorizantes cargadas de desvelo.

Créanme, no es plato de gusto tener que verse sentada en un juzgado junto a la persona con la que un día decidiste crear una familia. No se me ocurre peor acto de soledad y lejanía, de angustiosa espera, actitud resilente y desesperanza comprometida. Darte cuenta que por más que se haya intentado, la vida no deja tener de aciertos y errores. Llegar a aceptar que un tercero ha de tomar las decisiones que no hemos sido capaces de solventar es cuanto menos, chocante. Sabíamos que éramos diferentes, con perspectivas dispares y evitamos asumir lo que el otro pensaba. Nos dejamos llevar por falsas expectativas y nuestro nivel de compromiso desapareció hasta el punto de casi perdernos el respeto. Infinita tristeza.

Perdonar y sobre todo perdonarse a uno mismo es imprescindible para zanjar un proceso de separación, sobre todo si hace tiempo caíste en la cuenta de que el amor lo es todo para poder vivir feliz.

A veces la vida pone a dos personas que una vez durmieron juntas en bancos separados para recordarles el sitio dónde están. Y hacerles luchar, de nuevo separados y a la vez en comunión por lo que se quiere. Mientras suena A church, a courtroom, and the goodbye de Patsy Cline para recordarte que las leyes hechas por los hombres no siempre condicionan la razón humana.

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