Todos los que rodean al actual residente del Gobierno español son espejitos. En ellos se mira el ególatra para preguntar quién es más guapo del reino, y todos contestan, que él, Sánchez, alias Antonio el Cortinas, es el más guapo. Ninguno le dice la verdad. Todos le temen. Nadie hay entre ellos que le diga «usted va desnudo», como el picaruelo al rey del consabido cuento. Y, así, le han organizado sonrojantes entrevistas en La Moncloa con militantes adictos que le preguntan lo que les han dictado, en ocasión que desborda los límites conocidos del alipori o vergüenza ajena. O le han programado una imprudente Vuelta Ciclista a España a base de mítines gloriosos que únicamente podrán tener éxito si se bloquean inconstitucionalmente barrios enteros desde días atrás. La sombra del slogan: ‘¡Que te vote Txapote!’ es alargada, muy alargada. Se va a repetir muchas veces. Muchas.
Ninguno de los Bolaños y bolañitos le dicen de su error. A Sánchez le han huido los votantes correspondientes acerca de cuarenta escaños. La causa, convertir al PSOE en partido de extrema izquierda. El amplio centro del votante español ha abandonado, cual volátil desodorante, al equivocado presidente rodeado de espejitos ‘vozdesuamo’, al que no quieren molestar. Ninguno se atreve. Han metabolizado que su señorito siempre lleva razón, y si no, mírese el punto anterior. Cuando un dirigente sólo ve espejitos a su alrededor está perdido. Sólo hace tonterías narcisistas como la reunión con militantes dóciles o mítines de calles tomadas. Nunca la calle, ninguna calle, está totalmente tomada. Siempre hay quien, de noche, cuando nadie le ve, escriba la palabra libertad; o sea: ‘¡Que te vote Txapote!’.
El espejito más conspicuo es Tezanos, que estará a punto de sacar sus encuestitas de la Señorita Pepis, en la que Antonio el Cortinas le saca un punto al gallego Feijóo. Y a ése, a Tezanos, le hará caso el causante de que el PSOE haya abandonado el centro que da el poder duradero, y se haya acogido a la extrema izquierda que te abduce el alma, a cambio de legislatura exigua. La verdad es que el PSOE, salvo el silencio -obligado pero no imposible de salvar– del periodo de Franco y los 14 años del Felipato, siempre fue extrema izquierda. Las palabras de Pablo Iglesias, el Abuelo, Largo Caballero y Negrín en los treinta, y ahora, Zapatero y Sánchez, siempre han sido de extrema izquierda. Mirando esa historia, ZP y el Cortinas han vuelto a la esencia socialista. Más del 80% de la Historia del PSOE ha sido extrema izquierda o hibernación. No hay de qué sorprenderse. Otra cosa es asustarse. Eso sí. ¡Ay, Sánchez, Sánchez, cuídate de los espejitos mendaces!
