La Opinión de Murcia

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Gema Panalés

Todo por escrito

Gema Panalés Lorca

Un gran año

Como estaba aburrida y harta de la empresa en la que trabajaba, decidí dejarme el curro y lanzarme a buscar otro modo de sustento. El escritor Roberto Bolaño decía que las cosas hay que hacerlas «a vida o muerte», es decir, arriesgándolo todo. Por eso sabía que verme sin nada me llevaría a encontrar algo verdaderamente interesante.

Así fue como comenzó mi nueva carrera como especialista en techos tensados y tabiquerías. ¿Cómo alcancé el éxito en este popular sector productivo? Pues gracias a la oportunidad que me brindó mi padrino en este campo, el ser que más ha creído en mi potencial laboral hasta la fecha: el motor de búsqueda de Google.

Un día contactaron conmigo desde una empresa de informática porque necesitaban textos SEO, es decir, artículos para mejorar el posicionamiento de las páginas web. Me ofrecían seis euros por cada entrada de blog y, claro, esa cifra no la hubiese rechazado ni Neymar.

Mi primer cliente fue una empresa que se dedicaba a instalar tabiques y techos tensados con revestimientos de absorción acústica, entre otros servicios. Tenía que escribir al menos 600 palabras y ‘colar’ en el texto los términos para el posicionamiento de la web. Me quedaban unas creaciones literarias de aspecto monstruoso y algo frikis, pero no podía desoír la llamada del deber. Los cirujanos operan, los notarios dan fe y yo... pues eso.

¿Ha leído usted el típico artículo titulado ‘Cinco curiosidades que debe saber sobre el Pladur’ o ‘Diez razones para instalar techos de yeso laminado’? Pues sí, era yo.

Mi padrino y mentor, el motor de búsqueda de Google, estaba tan entusiasmado conmigo que los de la empresa de informática comenzaron a pasarme muchos más clientes. Como no daba abasto con tanto texto, mi compañero de viaje se unió a la causa y conseguimos que nos subieran el sueldo a 8,50 la entrada.

Así fue como nos hicimos especialistas en chimeneas, fabricantes de futbolines, pavimentos y resinas industriales, Pilates, productos químicos para explotaciones agropecuarias, peluquerías, gasolineras, confiterías, climatización y tubos de vacío, veterinaria, recambios y accesorios para el coche, piensos para mascotas y mi favorito, tarotista (sí, usted leyó mi predicción del horóscopo y siguió mis consejos para descubrir si había sido víctima de un ‘amarre’).

Nos salieron más clientes y, aunque siempre estábamos dándole a la tecla, nos pasábamos el día juntos y en pijama, riéndonos de las chorradas que se nos ocurrían y que tanto le gustaban a nuestro jefe Google. Fue un gran año.

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