La policía local está alertando de la falta de efectivos para poder realizar su trabajo en Cartagena. Concretamente este fin de semana en el macro botellón de La Manga sólo había una patrulla velando por la seguridad. Cuando el río suena…
Los cartageneros y cartageneras están hartos de actos vandálicos como los producidos la madrugada del sábado 9 de julio en plena plaza del Ayuntamiento, en donde unos jóvenes agredieron a la dueña y los camareros y hubo varios detenidos. Cuando el río suena…
La suciedad y el abandono de parques y parcelas, la falta de mantenimiento de aceras negras y pegajosas , en muchas zonas y sobre todo en los barrios y diputaciones es ya escandolosa. Es una cuestión incluso de salubridad y no lo dice el PSOE solo. Lo claman ya los cartageneros y cartageneras que, cansados, intentan contactar con el gobierno municipal obteniendo el silencio en la mayoría de casos. La dejadez y el abandono en nuestras calles es un signo del río que que suena….
Los vecinos y vecinas de la Manga y los turistas tienen motivos para estar preocupados por la falta de efectivos de bomberos en la zona. La Comunidad los ha dejado bajo mínimos mientras la alcaldesa Arroyo consiente y no dice nada sobre los riesgos que sufren los veraneantes en estos meses. El río sigue sonando.
Y qué decir de la Sanidad. Algunos consultorios han tenido que cerrar sus puertas este verano por falta de personal y las listas de espera de pruebas diagnósticas se han incrementado de manera espectacular en nuestra comarca y las Urgencias están saturadas. Quizás a Arroyo eso no le preocupa, quizás como a su Partido, el PP, le sea indiferente la degradación de la sanidad pública que sigue sufriendo recortes. Y mientras tanto el Rosell sigue sin funcionar a pleno rendimiento como le ordena una ley. Cuando el río suena…
Y es que la inacción, la desidia y el abandono del equipo de gobierno del PP y de Noelia Arroyo en nuestra ciudad es grave. Y no lo tapan unas sonrientes fotos, ni anuncios retirados y vacíos.
Su falta de soluciones está perjudicando a Cartagena, que ha retrocedido en estos años de gobierno popular, mucho más de lo que podríamos haber imaginado.
Basta, señora Arroyo, de fiestas, fotos, mentiras y promesas incumplidas. Deje usted de complacer a sus jefes del Partido Popular y ponga los pies en la tierra de Cartagena, para aterrizar en la realidad de este municipio. Exija en Murcia lo que esta tierra se merece.
El río suena y la corriente acabará por llevársela por delante.
