La Opinión de Murcia

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Tribuna libre

Garantizar los derechos de las personas LGTBIQ+ en el ámbito laboral

Este es el título de la jornada formativa que se ha organizado en la sede de CCOO en la ciudad de Murcia. Porque en el sindicato sabemos, que a pesar de los avances legislativos, las personas LGTBI+ siguen estando discriminadas en todos los ámbitos, y el laboral no es una excepción.

Según la organización ILGA World, en el mundo once países contemplan aún en sus disposiciones legales la aplicación de la pena de muerte a las personas adultas del mismo sexo que mantienen relaciones sexuales de forma consentida, entre ellos Qatar, país donde la Selección Española de Fútbol viajará próximamente a disputar la Copa Mundial sin reparo alguno. Según el informe de ILGA, 69 países criminalizan las relaciones entre personas del mismo sexo.

Solo once países en el mundo ofrecen una protección explícita en su Constitución contra la discriminación por orientación sexual. En Europa, solo 4 de sus 50 Estados miembros de la ONU lo ratifican de forma evidente. Pero la protección constitucional no significa que no haya hostilidades o contrasentidos, como en Bolivia o en Ecuador, donde se restringe la protección jurídica a las parejas del mismo sexo, aun formando parte de la lista de los once países protectores.

Del total de 194 países en el mundo, solo 81 Estados miembros de la ONU, el 42% del total, han legislado en el ámbito laboral para proteger a las personas trabajadoras del acoso y la discriminación por orientación sexual, siendo la cobertura legal muy dispar. Y eso que los Principios de Yogykarta (2007), la carta global para los derechos LGTBI presentada ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, promulgan:«Toda persona tiene derecho a un trabajo decente y productivo, a condiciones de trabajo justas y favorables y a la protección contra el desempleo, sin discriminación por motivos de orientación sexual, identidad de género, expresión de género o características de sexo».

En el año 2000, la Unión Europea expresó de forma tajante la prohibición de discriminación por orientación sexual en su Carta de Derechos Fundamentales. A pesar de resoluciones e informes varios de la ONU y de la Unión Europea, que han servido de base para el desarrollo legislativo en la lucha contra la LGTBIfobia, más de veinte años después, el Eurobarómetro sobre la aceptación social de las personas LGTBIQ en la UE arroja cifras preocupantes de percepciones negativas. De hecho, el 53% de europeas y europeos aseveran que en su país la discriminación hacia las personas LGTBIQ está muy extendida.

En el ámbito laboral, el 72 % de las personas europeas encuestadas afirma que trabajaría de forma cómoda con una persona gay, lesbiana o bisexual, el 66% con una persona trans y el 65% con una persona intersexual.

En la Unión Europea existe una directiva marco para la igualdad de trato en el empleo, que obliga a todos los países de la UE a la tutela jurídica frente a la discriminación y el acoso por motivos de orientación sexual en las solicitudes de empleo, la promoción, la formación, las condiciones de trabajo, el salario y el despido, pero aún así, el 43% de las personas LGTBIQ se siente discriminada. Ante la necesidad de prevenir y paliar la discriminación que sufren las personas LGTBI+ en el mundo del trabajo, el conjunto de Estados miembros de la UE se ha comprometido por medio de la Primera Estrategia para la Igualdad de las Personas LGBTIQ, a actuar a partir de cuatro pilares fundamentales, entre ellos, combatir la discriminación en materia de empleo.

La Organización Internacional del Trabajo manifiesta que todas las personas tienen derecho a un entorno laboral libre de violencia y acoso, y así lo proclama en el Convenio sobre la Violencia y el Acoso de 2019 (núm.190), ratificado por España el 25 de mayo de 2022. La OIT alerta de los riesgos psicosociales a los que están expuestos las personas LGTBI+ y exige poner fin a la discriminación y la desigualdad que sufren en el entorno laboral. Reivindica que sean tenidas en cuenta en planes de diversidad e inclusión en el lugar de trabajo. Las estrategias para avanzar son claras: promover el diálogo social y la negociación colectiva, fomentar campañas de promoción y sensibilización de inclusión y diversidad en los centros de trabajo y difundir protocolos de buenas prácticas entre las empresas.

En CCOO, liderando el sindicalismo LGTBI+, tenemos claro como ir hacia adelante sin dejar a nadie atrás: insistimos en la formación de delegadas y delegados, dotándoles de instrumentos para actuar en las empresas. CCOO tiene muchas propuestas para la negociación colectiva de cláusulas de igualdad de trato y no discriminación en materia de empleo. Y la firme disposición de no permitir la instalación de la LGTBIfobia en los centros de trabajo.

Garantizamos el derecho de las personas LGTBI+ a desarrollarse profesionalmente con plenitud y confianza.

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