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Lola García

Murcia D.F.

Lola García

¿Ballesta sigue siendo el rey?

El exalcalde de Murcia, José Ballesta. L.O.

El exalcalde se niega en Pleno a dar explicaciones sobre los convenios del norte, heredados de Cámara, siguiendo la práctica del año transcurrido desde la moción de censura, en el que no ha propuesto nada en ninguna sesión plenaria, comisión o consejo pese a que ha cobrado cerca de 14.000 euros

Puede que al que fuera alcalde de Murcia José Ballesta le guste una de las canciones de Vicente Fernández, el mexicano que elevó la ranchera a cotas nunca vistas y que tiene una canción que le viene al pelo al portavoz del grupo popular, por lo acontecido en el Pleno pasado, una sesión en la que el Gobierno local le pidió explicaciones sobre la gestión de los convenios de la zona norte.

El popular hizo oídos sordos, como si quisiera decir que ‘sigue siendo el rey’, parafraseando la canción del mexicano, y que su reino no es de este mandato, al que le queda un año. Nada nuevo en la forma de comportarse de este concejal que perdió el bastón de mando desde que PSOE, Cs y Podemos pactaran la moción de censura. La callada por respuesta, el silencio, el no darse por aludido y el vivir en los cuarteles de invierno, esperando a que llegue de nuevo su momento. Esa es la tónica con la que se comporta el portavoz del PP, que en el tiempo transcurrido en la oposición no ha presentado ni una sola moción de su cosecha ni en el Pleno ni en las comisiones a las que va (está en dos) ni en el consejo de administración de Aguas de Murcia, donde también está presente como consejero.

Una participación en la que se cobra, pese a que el silencio sea el leitmotiv, unos cientos de euros solo por el mero hecho de comparecer y firmar. En este periplo, el que fuera alcalde ‘interruptus’ ha percibido casi 14.000 euros considerando que el Ayuntamiento retribuye cada pleno con 500 euros, cada comisión con 400 euros y cada consejo de administración de Aguas de Murcia con más de 400 euros.

La negativa a hablar, aunque sí defendieron la gestión de los populares sus compañeros de filas, tiene una doble lectura. Por un lado puede que Ballesta haya optado por tener un papel discreto a la espera de que su partido lo entronice como candidato, algo que aún no ha ocurrido y que en este punto muerto pudiera complicarse si aparecen unos nombres que le hicieran la competencia.Por otro lado, es posible que siga sin dar crédito y considerar legítimo al nuevo Gobierno local, ya que él siempre ha defendido que fue un asalto orquestado desde Moncloa.

Para qué va a contestar a un grupo al que no considera digno de sus palabras. Esa es la tesis que defienden socialistas y naranjas, que entienden que es un ejercicio de soberbia alimentado por los suyos que ya lo ven candidato e incluso alcalde tras las elecciones de 2023. Antes de esa convocatoria electoral hay un año por delante. Aún hay partido para aguantar callado tanto tiempo. Quizá lo haga porque ‘sigue siendo el rey’. Por nadie pase.

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