La Opinión de Murcia

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José Luís Álvarez Castellanos Rubio

No hay dos sin tres

Cuesta trabajo entender por qué ADIF, empresa pública encargada de las infraestructuras ferroviarias de Alta Velocidad, se empeña en mantener un trazado de 13 kilómetros para la Línea de Alta Tensión que alimenta la catenaria del AVE a su paso por Totana, que discurre, además, por una zona plagada de viviendas ya densamente electrificada con tres LAT en funcionamiento y dos en proyecto, cuando la propuesta de la Plataforma vecinal, que mantiene un encierro indefinido en el Ayuntamiento, plantea otra alternativa de tres kilómetros, más económica y con una afección enormemente menor a viviendas y propiedades.

Máxime, además, cuando las justificaciones aducidas por ADIF han sido desmontadas por los informes técnicos aportados por los vecinos/as. Primero fue la posible caída de tensión por la desigual distancia entre puntos de alimentación de la catenaria; luego la fecha límite para el gasto de los fondos europeos y, finalmente, la limitación de los plazos para la Declaración de Impacto Ambiental del trazado alternativo, cuestión resoluble mediante su soterramiento que la hace innecesaria.

Igualmente incomprensible es la desatención de las distintas Administraciones responsables hacia la más que razonable petición del gobierno municipal de Totana para construir un corredor energético soterrado que ordene el discurrir de las cinco LAT que finalmente ocuparán, cada una a su manera, una estrecha franja de 400 metros de anchura a lo largo de todo el agro totanero.

Llegados a este punto y cuando el interés general no se atiende por quien debería hacerlo, a los vecinos/as no les queda otra que recurrir a la protesta para reforzar sus argumentos que han sido amplia, razonada y detalladamente expuestos ante ADIF que, sin embargo, se muestra arrogante e insensible frente a la dignidad de aquellos, que han de encerrarse indefinidamente para que se les escuche y se ponga coto a su innecesaria exposición a los efectos de más de 1.400 KV de corriente eléctrica.

La cuestión solivianta aún más cuando el argumento que ADIF esgrime, in extremis, es que en 2014 el ayuntamiento de Totana, gobernado entonces por el PP, pudo presentar alegaciones durante la redacción del proyecto y no lo hizo, guardándolo en un cajón. No obstante, Murcia ya ha doblado el brazo dos veces a ADIF, una con el soterramiento de las vías en Santiago el Mayor, otra, precisamente, con el cambio del trazado del AVE a su paso por Totana. No hay dos sin tres.

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