La Opinión de Murcia

La Opinión de Murcia

Herminio Picazo

Verderías

Herminio Picazo

Murcia rural

Un niño juega en las calles de un pueblo de la España vaciada.

Ayer el Consejo Económico y Social de la Región de Murcia presentó su nuevo estudio, Las zonas rurales en la Región de Murcia, realizado por los profesores de la UMU José Colino y Federico Martínez, junto a un nutrido grupo de colaboradores.

El trabajo es una nueva muestra del acierto al elegir los temas a los que el Consejo ya nos tiene acostumbrados. Lo pueden consultar y descargar en la página web del organismo y obtendrán una interesante radiografía de la situación de las zonas rurales en nuestra región y de sus principales problemáticas, por ejemplo en cuanto a los fenómenos de despoblamiento, el mercado de trabajo en estas áreas, su nivel y condiciones de vida o la accesibilidad de los servicios públicos en las distintas zonas rurales.

Como en todos los trabajos promovidos por el Consejo Económico y Social, siempre cabalmente preocupado por aportar ideas aplicables al desarrollo sostenible de nuestra región, el estudio contiene una serie de propuestas que, aunque forzosamente genéricas, sería interesante que fueran consideradas por las Administraciones públicas en sus políticas territoriales y de medio rural. Entre ellas, algunas también sugeridas anteriormente por el Consejo con motivo de la relación entre mundo rural y la conservación de los espacios naturales, como la necesidad de realizar un análisis riguroso de las posibilidades de instaurar bonificaciones fiscales en el medio rural o también el papel que puede jugar el diseño de la nueva PAC y las compensaciones adicionales al pago básico recibido por los agricultores en función de la asunción de compromisos medioambientales.

El estudio también identifica problemas en las zonas rurales como los de la accesibilidad, concluyendo que sin una mayor conectividad y movilidad de las áreas rurales, la recuperación demográfica y la promoción económica carecen de uno de sus pilares básicos. Sobre esto, el trabajo concluye que hay que romper el aislamiento, puesto que aún subsisten bolsas que impermeabilizan las zonas rurales de la Región de Murcia y las sitúan en condiciones desfavorables respecto a las urbanas. Parece claro que la capacidad de mantener población y de atraer nuevos residentes, la competitividad de las empresas existentes, la ampliación y diversificación del tejido productivo, la atracción de talento foráneo y proyectos económicos innovadores, son meros ensueños si las áreas rurales no se hallan en condiciones de neutralizar las desventajas comparativas que, en la actualidad, las penalizan frente a las urbanas en el terreno de la conectividad y de la movilidad.

En definitiva, un interesante trabajo que vuelve a dar un toque de atención sobre el problema de los ‘territorios vaciados’, sin duda uno de los principales retos sociodemográficos de la España del siglo XXI. Aún con muchas diferencias con otras regiones españolas y un grado de urbanización comparativa de su territorio de las mayores de España, la Región de Murcia también afronta problemas de desequilibrio, desigualdad y marginalización de nuestras zonas rurales. Y eso es algo a lo que hay que prestar toda la atención.

Compartir el artículo

stats