La Opinión de Murcia

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Enrique Nieto

Pintando al fresco

Enrique Nieto

10 horas en urgencias en la Arrixaca

Puerta de urgencias de la Arrixaca

Derivados a Urgencias del Hospital Virgen de La Arrixaca por el médico de Familia correspondiente, llegamos a la puerta de este servicio a las 2 de la tarde.

Todo el mundo suele contar a sus familiares y deudos estas experiencias, y yo he decidido contárselas a ustedes por escrito, para que se hagan públicas y se conozca lo que ocurre un día cualquiera en este y otros lugares similares de nuestra Sanidad Pública. Para comenzar, es menester que sepan que en esas diez horas que estuve allí, pasaron por ese servicio cientos de personas.

Continuamente llegaban nuevos hombres, mujeres y niños, con sus acompañantes, solicitando atención. Los había de todas las edades, pero, sobre todo, se veía a gente mayor, algunos en sillas de ruedas o camillas que habían traído en las ambulancias, a veces acompañados de coches de policía. Este panorama de decenas y decenas de personas esperando que su número apareciera en una pantalla para ser atendidos, algunos con gran nerviosismo, otros quejándose de dolores, otros maldiciendo o profiriendo insultos por lo bajini, fue la constante del día.

Como es lógico, todos los que esperaban no tenían la misma dosis de paciencia, ni de formación, ni de autocontrol, así que se podía ver y oír de todo.Poco después de llegar, llaman a lo que llaman ‘Triaje’, donde alguien te pregunta por qué estás allí y ve cómo te encuentras de primera ojeada. Enseguida te manda a la sala de espera de nuevo y te pide que esperes a que salga tu número en la pantalla. Entonces ya comienzas a observar que aquello es como una montaña por la que están subiendo a toda velocidad unos profesionales sanitarios.

El amontonamiento de gente que espera es total y ellos tratan de atender, pero está claro que falta personal, que sería necesario duplicar o triplicar las personas que están de servicio (por cierto, la Consejería acaba de despedir a más de mil sanitarios que habían contratado por el Covid). A lo largo de las primeras cinco horas de nuestra estancia, nos fueron llamando cada una o dos horas para hacerle algo nuevo a la paciente.

He de decir aquí que, cuando por fin sale tu número y pasas a las consultas, te atienden médicos y enfermeras perfectamente preparados, con experiencia en el trabajo que hacen, que se interesan por el paciente, que miran sus historias clínicas y toman las decisiones oportunas. Pero hubo que esperar cinco horas hasta que una enfermera, que le hizo pruebas a nuestra familiar, dio la voz de alarma de que tenía necesidad urgente de ser atendida. Entonces sí, inmediatamente la pasaron al interior del hospital y la llevaron a la sala correspondiente. La doctora que se hizo cargo de ella nos dijo que nos llamaría para decirnos cómo se encontraba y las decisiones que iban a tomar con ella, si se quedaría internada en el hospital y demás informaciones necesarias.

Durante las siguientes cinco horas esperamos esa llamada. En un par de ocasiones entramos a ver a una persona que atendía a los acompañantes y se interesó por nuestro caso. Siempre nos dijeron que nos iban a informar enseguida, pero fue a las 12 de la noche cuando nos llamaron y nos dijeron que se quedaba internada. Sé que los familiares no somos importantes, y que quizás los sanitarios de Urgencias van tan desbordados que no pueden marcar un número y decir dos frases, pero sí les digo que fueron diez horas en Urgencias de La Arrixaca.

Diez horas muy duras, oiga.Señores del gobierno Regional: ¡contraten a más sanitarios! Y si para ello es necesario no bajar los impuestos, no los bajen. Gástenlos en mejorar una Sanidad llena de sabiduría y de entrega al trabajo por casi todos los que la hacen posible. Porque obviamente falta personal. Y, si no, siempre puede ir el consejero y sus directores generales a la Puerta de Urgencias a echar una mano. Si saben. Digo yo.

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