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Lola García

Murcia D.F.

Lola García

La calima y las vergüenzas del ayuntamiento

La capital de la Región ha vivido uno de los episodios más graves de contaminación y la única medida tomada por la Glorieta ha sido activar el protocolo que tanto criticaron a los populares y dar aparcamiento gratis

El medio ambiente y la salud de los ciudadanos no parecen importar a la vista de lo acontecido por la calima que ha llegado a la Región y a media España. En el caso particular del municipio de Murcia los hechos lo demuestran sobradamente con las parcas medidas adoptadas por el Gobierno local de coalición que, en el episodio más grave de contaminación con las partículas tóxicas disparadas que se ha vivido en los últimos tiempos, se han limitado a activar el protocolo de contaminación que tanto criticaron y censuraron cuando los populares estaban gobernando y el PSOE se encontraba en la oposición.

Nada se ha modificado de este protocolo que, prácticamente, contiene recomendaciones y, en esta ocasión, se han ofrecido los aparcamientos gratis del extrarradio, una idea que a los conductores y ciudadanos les ha impresionado nada, o casi nada, a la vista de la cantidad de coches que entraron en la ciudad en los días críticos y el padecimiento de los atascos diarios como si no pasara nada. Todo con la misma cadencia e inercia de siempre sin adoptar medidas valientes que sacudan la conciencia general y particular de la ciudadanía.

A la vista de todo lo acontecido el protocolo del ayuntamiento de Murcia se queda corto y obsoleto. Todos los organismos que se dedican a medir la contaminación de las ciudades lo han dicho en varias ocasiones. Que la capital sea una de las urbes más contaminadas ha caído en saco roto. Y ha quedado demostrado con la calima. El actual alcalde, José Antonio Serrano, criticó con razón ese protocolo. Es más, dijo que era ineficaz y pidió que se desarrollara un plan operativo, del que ahora parece haberse olvidado. Llegó incluso a proponer incentivos para el uso del transporte público.

También puso encima de la mesa la gratuidad del transporte público en días de elevada contaminación, una propuesta que lanzó cuando era candidato a la alcaldía en las elecciones de 2019 y que actualmente, ya con el bastón de mando en las manos, no ha materializado. Las razones pueden deberse a la complejidad de las medidas anunciadas y a la falta de valor político para implementarlas con una nueva concesionaria en el servicio de autobús.

Lo lógico es que hubiera trabajado en esa senda desde que cogió los mandos de la Glorieta para tener el trabajo hecho cuando llegaran los picos de contaminación tóxica. Pero como siempre, nos ha pillado el toro. Como también le ha pillado el toro a la concejalía de Movilidad Sostenible y a la de Urbanismo con la puesta en marcha de las supermanzanas propuesta por Podemos y aprobadas en el pleno municipal hace bastantes meses. El portavoz de la formación morada, Ginés Ruiz, ya le ha dado un toque a una de las responsables de llevar a buen puerto esta iniciativa. Lo ha hecho en redes sociales con un claro mensaje: Carmen Fructuoso, ya vamos tarde con las supermanzanas.

Siguiendo la estela de Ruiz, el Gobierno local va tarde con otras cosas. Una de ellas el presupuesto municipal que aún no está listo y que, por mucha prisa que se den, no estará operativo hasta el verano. Ellos que tanto criticaron los retrasos en las cuentas de los populares y que se comprometieron a no caer en esa rutina. Parece que les ha arrollado el tren. Por nadie pase.

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