La Opinión de Murcia

La Opinión de Murcia

Tribuna libre

Profesionales de la sanidad: el género es la causa de desigualdad

Mercedes García Herrero.

Celebramos el Día Internacional de la Mujer después de dos años en los que las enfermeras hemos luchado contra una terrible crisis sanitaria y social demostrando que nuestra excelente cualificación, experiencia y ejercicio profesional era la única garantía para ofrecer los mejores cuidados y la mejor atención posible en unos momentos tan duros y difíciles.  

Hemos vuelto a demostrar que somos referentes insustituibles y esenciales dentro de un sistema sanitario y una sociedad que, lamentablemente, aún nos minusvalora invisibilizando lo que somos y hacemos. En una profesión eminentemente femenina como la nuestra, el género sigue siendo el origen y causa de numerosas desigualdades que obstaculizan e, incluso, impiden nuestro pleno desarrollo, no solo a nivel profesional, sino también personal y social. 

n pleno siglo XXI, en 2022, murallas levantadas desde hace siglos por haberse asociado socialmente los cuidados al ámbito doméstico y al rol femenino nos imposibilitan avanzar profesional y laboralmente. Aún nos cuesta tres veces más llegar y permanecer en altos cargos de responsabilidad y gestión, nos cuesta tres veces más lograr la corresponsabilidad de los derechos de la vida laboral, familiar y personal… nos cuesta todo tres veces más. 

 Somos también una profesión que aún debe luchar contra estereotipos sexistas y retrógrados, contra falsas creencias en cuanto a nuestra labor y lugar dentro de los equipos de profesionales sanitarios, contra situaciones de violencia y agresión y contra comentarios y actitudes que constatan un machismo aún latente en parte de nuestra sociedad.  

Es indudable que esta realidad, auspiciada y fomentada por aquellas personas y grupos de poder a los que no les gusta e interesa que la mujer sea tratada de manera justa e igualitaria, nos ha perjudicado gravemente y ha lastrado nuestro progreso. Pero, a pesar de todo, reafirma que nuestra fuerza será imparable

Las más de 282.000 enfermeras de nuestro país, no solo somos excelentes desarrollando nuestra labor asistencial o de cuidados, somos optimas en la docencia, formación, investigación, gestión y en otros muchos ámbitos de actuación gracias una formación universitaria de Grado que es reconocida y admirada en el resto del mundo. 

Somos eficaces y eficientes, es indudable, pero también tenemos que creérnoslo nosotras mismas y, sobre, todo, rebelarnos contra la discriminación y reivindicar lo que nos merecemos, nuestro lugar dentro del sistema sanitario. Reclamar un trato justo e igualitario y condiciones adecuadas de trabajo, alejadas de la precariedad y la temporalidad, que nos permitan conciliar nuestra vida profesional y personal. 

 Necesitamos de nuestros responsables públicos y políticos medidas valientes, decididas e innovadoras que promuevan una igualdad real y efectiva. Medidas que mejoren el acceso y permanencia en el empleo de las mujeres, medidas que fomenten la promoción profesional a puestos de responsabilidad y dirección y medidas que propicien el ejercicio corresponsable de los derechos de la vida laboral, familiar y personal. 

Para ello, las enfermeras debemos dar un paso adelante, alzar nuestra voz y exigir que nuestra autonomía en el trabajo, desarrollo profesional, aprendizaje continuo y gestión del conocimiento sea reconocido y aprovechado para lograr el interés general que a todas y todos nos une, como es mejorar la salud, bienestar y calidad de vida de cualquier persona.  

Las enfermeras somos muy conscientes de que vivimos tiempos convulsos y muy preocupantes. A pesar de todo, estamos firmemente convencidas de que alcanzar una igualdad real y efectiva entre mujeres y hombres es la única garantía para tener un mañana más justo y sostenible, como reza el lema de la ONU para este Día Internacional de la Mujer.  

Nuestro futuro será mejor si todos avanzamos juntos, como iguales. 

Compartir el artículo

stats