Como director de una cooperativa donde trabajamos ocho familias, donde las explotaciones ya están en segundas y terceras generaciones y como presidente de la Fundación Ingenio, mi obligación personal, moral y profesional es estar presente el próximo miércoles 16 en la manifestación «Futuro y respeto para el campo» convocada por organizaciones que aglutinan a compañeros/as y amigos/as del sector.

Desde hace más de cuarenta años, mi familia, mis compañeros y yo tenemos un firme compromiso con el futuro y el respeto a la agricultura y el medio ambiente en el entorno del Campo de Cartagena, en la Región de Murcia y donde producimos, sea donde sea. La mayoría somos pequeños agricultores agrupados en cooperativas agrarias, alhóndigas o empresas que el único fin que tenemos es vivir de nuestro trabajo, con las dificultades que conlleva la agricultura, tanto climatológicas como de plagas, etc.

Soy de los que creen firmemente en el futuro de la agricultura porque estamos haciendo una agricultura modélica a nivel mundial, porque nos hemos preocupado de modernizarnos, tanto en instalaciones como en técnicas de cultivo, como en ahorro de agua e insumos, etc.; protegemos nuestra tierra porque la tierra no es una herencia de nuestros padres, sino un préstamo de nuestros hijos.

Por ese motivo, siempre he apostado por la agricultura sostenible utilizando un sistema agrario que tiene como objetivo el obtener alimentos de máxima calidad respetando el medioambiente y conservando la fertilidad de la tierra, mediate el óptimo uso de los recursos naturales y sin el empleo de productos químicos de síntesis consiguiendo así productos con sabor original, textura auténtica y verdadero aroma. Creo que mi postura es meridiana. Vamos a lo siguiente.

¿Se imaginan ustedes pagar por trabajar? Pues yo no me lo imagino, yo lo vivo. Diariamente asisto atónito al hecho de que los agricultores, y también mis compañeros ganaderos, tengamos que vender lo que producimos a un precio inferior de lo que nos cuesta. Lo que viene a ser un suicidio en diferido y a cámara lenta. ¿Hasta dónde? ¿Hasta cuándo?

Estoy cansado de ver como cada día la agricultura recibe ataques desde numerosos flancos. Estoy cansado de ver cómo se criminaliza a los agricultores de Murcia. Estoy cansado de ver los ataques diarios que sufren todos aquellos que tienen sus cultivos en el Campo de Cartagena. Estoy cansado de que se responsabilice de forma exclusiva a los agricultores de uno de los grandes males que tiene Murcia, España y Europa.

Si, me refiero al Mar Menor. Desde la Fundación Ingenio, desde hace ya dos años, venimos haciendo una labor mediadora, nacimos proactivos, no tenemos nada contra nadie, hemos sugerido numerosas propuestas de soluciones al problema que no tienen que ser esas exactamente, pero sí con ellas queremos enriquecer y mejorar para que sea un punto de encuentro y elemento de discusión y mejora, y sobre todo para desatascar la cuestión que tenemos entre manos. Puedo afirmar que hasta el momento no he encontrado a nadie que quiera la desaparición de la agricultura de la zona y de toda la región.

Aquí ya no vale el ‘y tu más’; eso no nos lleva a ninguna parte; aquí lo que hace falta es ‘arremangarse’ y ponerse manos a la obra, ese es el espíritu de la Fundación. No vamos a parar hasta que lo consigamos.

Sí que me gustaría destacar que la inmensa mayoría de agricultores de Murcia han cumplido y cumple con las exigencias (normativas, ambientales, uso del agua, etc.) que en todo momento se les ha recomendado o exigido según las circunstancias a lo largo de la historia. Puedo decirles y afirmar que la agricultura en nuestra región es pionera a nivel europeo. ¿Saben ustedes que el sistema de riego localizado en el Campo de Cartagena es del 98%? Pues es un caso de éxito único en Europa, que nos posiciona muy por encima de la media nacional y europea.

¿Hay futuro sin agricultura? No. ¿Podemos vivir sin comer? No. ¿Los supermercados y las tiendas se llenan solas? No. ¿Murcia puede vivir sin agricultura? No. ¿Sin la agricultura hay futuro? No. Pues si eso es así... El miércoles estaré en la manifestación.