Dicen que una imagen vale más que mil palabras y las que pudieron ver millones de personas en todo el mundo el pasado 31 de enero, registradas en Lorca, hablan por sí solas y nos dejan tocados a los lorquinos y lorquinas de buena voluntad.

Cuando seguimos intentando olvidar las cicatrices que hace más de diez años dejaron los terremotos de 2011, con otras imágenes que, tristemente también, dieron la vuelta al planeta, la Ciudad del Sol vuelve a estar de nuevo en el candelero mediático por culpa de unos pocos que no valoraron, antes de actuar, las consecuencias que los acontecimientos podrían acarrear. El daño ya está hecho y de nuevo, los vecinos y vecinas de este hermoso y amplio término municipal, estamos en boca de millones de personas que desconocen la idiosincrasia de una población de casi 100.000 habitantes y a las que hemos dado pie para dar rienda suelta a su imaginación y pensar lo que quieran, cuando la realidad es otra bien distinta.

 Desconozco si eran ganaderos, o no, si se dedican a una u otra actividad. Lo cierto es que todos pudimos ver a un grupo de personas avasallando y pasando por encima de la policía entrando por la fuerza en unas dependencias municipales donde se iba a celebrar un pleno democrático.

Imágenes deplorables y despreciables que quedarán para la historia negra de esta ciudad y que no deberían repetirse. Al más puro estilo americano, recordando el asalto al Capitolio de Estados Unidos hace ahora un año como recordó el alcalde, Diego José Mateos, un grupo de personas intentaron por la fuerza conseguir algo que solamente con el diálogo y el consenso se puede alcanzar.

No pongo en duda que el sector ganadero tiene problemas y que no atraviesa por su mejor momento, pero de ahí a lo que algunos hicieron, hay mucha diferencia.

La investigación sobre lo sucedido está en buenas manos y deberán ser las fuerzas de seguridad, las que aclaren si hubo, o no, instigación y si los actuantes lo hicieron por decisión propia o aconsejados por alguien. De hecho ya son varios los detenidos.

 Pero lo que, a mi entender deberían hacer todos los que participaron en el asalto y recalco lo de todos, es tener la valentía de dar la cara, sin mascarillas, convocar una rueda de prensa y pedir perdón a quienes vieron lesionados sus derechos por las lamentables imágenes que cada día se repiten en todas las televisiones. El gesto les haría más hombres. De esa forma, se podría resarcir en parte, el mal causado a mucha gente que sin merecerlo, se han visto envueltos en una situación de la que no tienen nada que ver. Al menos, pidiendo perdón ante las cámaras y ante la prensa en general, reconociendo que no estuvo bien lo que hicieron, podríamos recuperar algo del daño que han hecho a Lorca y a sus vecinos, que días después de los acontecimientos, aún siguen sin dar crédito a lo que sucedió en el Centro de Desarrollo Local, el lunes 31 de enero sobre las 10´30 horas. Por Lorca, merecería la pena que lo hicieran.

  Y a los 25 concejales de los partidos políticos que forman la corporación municipal, (PSOE, PP, VOX, IZQUIERDA UNIDA-VERDES Y CIUDADANOS), junto a la asociación que defiende los intereses de los ganaderos, les pido sensatez, diálogo y cordura, que busquen y encuentren el consenso antes de tirarse de nuevo los trastos a la cabeza, más aun sabiendo las graves consecuencias que ello puede acarrear. Les pediría también que para conquistar a sus votantes usasen otras tácticas que conlleven a conseguir los objetivos de forma más enriquecedora.

 Los ciudadanos de a pie estamos hartos, del “ y tú más”, de las intrigas, enfrentamientos y calentones que cada dos por tres protagonizan con el único afán de conseguir un puñado de votos. Estamos en el siglo XXI y eso ya no se lleva. A los vecinos y vecinas nos gusta ver a nuestros políticos entendiéndose, defendiendo cada uno de ellos su ideología pero trabajando de forma conjunta por el bienestar de la sociedad. De no hacerlo así, os aseguro que estáis abocados al fracaso y las urnas os lo demostrarán cuando llegue el momento.