Va y dice ese sujeto que manda actualmente en la Eta Victoriosa (que es la ETA de las armas guardadas y custodiadas, prestas a salir cuando haga falta) que, al cabo de 500 años, los abertzales han resurgido. Que han resistido 500 años al yugo español, y que están a punto de retomar su independencia natural.

Como a tantos políticos de hoy, a este espécimen humano le falta saber Historia. ¿Para qué? Para saber Historia hace falta estudiar, y tener buenos maestros. Ignorar la Historia es un buen negocio en esta democracia partidera que nos dieron. Una democracia que confiaba demasiado en la buena fe de los demócratas. Craso error.

Los últimos vascos abertzales de la Historia, anteriores a ETA, fueron los bandidos que solían bajar Ebro abajo para saquear las aldeas y ciudades del Valle del Ebro, en tiempos romanos y visigodos. Aquellos vascos, como ahora, no eran todos los vascos. Entonces, y como hasta hace muy poco tiempo, hablando en dimensiones históricas, los vascos estaban muy divididos, y apenas se entendían entre sí de un valle a otro. Pero, bueno, estos bandidos, nuestros vikingos hispanos particulares (siempre de saqueo por el mero hecho de robar), cuando les petaba, bajaban hasta Zaragoza para procurarse el sustento del año. Una de las fuentes por las que sabemos esto, es que el rey visigodo, Don Rodrigo, volvía de castigar, bien castigado, a estos ladrones de cosechas vascos, cuando le llegó la noticia del desembarco de Tarik y el traidor Don Julián, en Gibraltar, entonces llamado Estrecho de Hércules.

Luego, nada, los vascos se van integrando en los reinos de la península de la manera más natural del mundo. Así lo demuestras la Cadenas Navarras del Escudo de esa Comunidad Autónoma, que demuestran haber estado en la vanguardia de la gesta de las Navas de Tolosa. Y así lo demuestran tantos marinos y soldados vascos al servicio de los Reyes de Castilla primero y de España después, desde Elcano hasta Churruca. ¡¿Qué quinientos años sojuzgados, ni qué niño muerto?!

Después de aquellos bandidos infames saqueadores del Ebro, no hubo nada. Incluso aquellas inicuas incursiones no tenían nada de nacionalistas. Eran simplemente sinvergüenzas aprovechones y asesinos. Digo que quien primero empieza con la matraca independentista es el racista, protomachista y fascista Sabino Arana, que se trae de Barcelona las ínfulas soberanistas. Y eso pasó en 1882. Arana pasó del Carlismo al Vizcainismo, y ya acabado el siglo, al Vasquismo. O sea, escasos cien años, no quinientos, señor jefe de la ETA. Y ello, siempre en minoría.

¡Cómo estorba saber Historia a los cegados de ideología!