La pareja aún se mantiene y no ha entrado en crisis, pero hay diferencias irreconciliables en este momento que pueden llevar a situaciones graves de tensión no experimentadas hasta ahora. El binomio PSOE-Cs ha funcionado bien hasta el momento de cara a la galería, proyectando una imagen de unidad y de que son un equipo que juega en la misma cancha y que hay sintonía.

La verdad es que los de la formación naranja se llevan mejor con los socialistas que con los populares, demostrando una vez más que la empatía y la conexión personal entre los distintos concejales es una de las claves de la convivencia en el nuevo Gobierno local. Ahora bien, no siempre coinciden en todo y a veces hay encontronazos.

No es que hayan saltado chispas, pero sí se han dicho claramente lo que piensan. Sin ir más lejos, el pasado viernes en la junta de gobierno en la que se debían aprobar las alegaciones presentadas al nuevo sistema que regirá en los autobuses del municipio de Murcia. Los de Cs, encabezados por su líder local y concejal de Fomento, Mario Gómez, pusieron las cartas sobre la mesa y presionaron todo lo que pudieron para que el asunto quedase encima de la mesa.

Para los naranjas es necesario abordar la movilidad en su conjunto y no sólo hacer un proyecto para el autobús, que en ese caso parece que es el que los funcionarios le han colocado a la concejala de la cosa. Un trágala heredado de los populares que una parte del Gobierno local no está dispuesto a pasar, entre otras cosas, porque piensan en que hay que abordar el transporte con visión de futuro e integrando otras formas como tranvía, bicicletas, patinetes, etc.

La cosa se puso fea el viernes aunque finalmente el PSOE logró sacar adelante su iniciativa con la abstención de los de Mario Gómez, que es la segunda vez en un mes que recurren a esta fórmula. La primera, el pasado 23 de diciembre, con el supercontrato de recaudación que ha salido por treinta millones de euros para cuatro años. El trasfondo: la remunicipalización de un servicio que necesita una plantilla de más de cien trabajadores.

Este mes ‘horribiIis’ de socialistas y Cs se ha producido a los nueve meses de la coalición y barrunta nuevos episodios de confrontación, ya que en la cartera quedan asuntos importantes que plantear, algunos de ellos derivados precisamente de los puntos del orden del día en los que ha habido desencuentro. Que la fiesta no pare. A por palomitas. Por nadie pase.

CABOS SUELTOS


Podemos y la paciencia. 

El ‘mes horribilis’ del alcalde, José Antonio Serrano, puede tornarse en ‘año horribilis’ y no precisamente por los desencuentros con Mario Gómez. La formación morada en el Ayuntamiento, en un ejercicio de responsabilidad, dio sus votos para la aprobación de los presupuestos de 2021, en los que se incluyeron distintas propuestas de los concejales de Podemos, Ginés Ruiz y Clara Martínez. Hace unos días ya dieron el primer toque de atención al Gobierno con la oficina del Ingreso Mínimo Vital que para los morados es una prioridad y que debe comenzarse a trabajar en ello de manera intensa. En caso de que no lo hagan, está claro que la paciencia llegará a un límite y los presupuestos de 2022 penderán de un hilo. ¿Podría ocurrir en Murcia lo mismo que en Moratalla, salvando las distancias? Todo es posible en América.