Como existen normas periodísticas para el número máximo de palabras de un titular y en este diario vivimos bajo la dictadura del maquetariado, no me ha sido posible poner ahí arriba la frase que a mí me parecía más idónea para este artículo, que constaba de diez adjetivos, seis sustantivos, tres subordinaciones, un retruécano y tal ensalada de admiraciones que ni en los tiempos de Rodríguez Menéndez en el diario Ya se hubiera admitido.

El deber de titular con educación y cortesía, sin sensacionalismo, se enfrenta dentro de mí a una pasión desbocada. Quiero que ustedes conozcan el talento tremendo que hay repartido por unas cuantas cuentas de Youtube dedicadas a la crítica cinematográfica, quiero que vayan a estos canales y husmeen, quiero que los descubran. Frente a la muchachada a la que me voy a referir, tengo la impresión de que Antonio Gasset ya no descansa en paz en un sitio donde nadie trabaja, sino que se ha reencarnado, el pobre, en ese puñado de canales de Youtube.

Me declaro adicto a los siguientes canales de crítica cinematográfica: el de Smokerwolf (balear, de nombre Eliseo Seguí), el de DaniboubeTV (gallego, de nombre Daniel Boubeta) y el de Mariano Rodríguez (bonaerense, de nombre Mariano Rodríguez). He perdido horas preciosas de mi vida viendo y volviendo a ver algunos de los análisis que esos tipos hacen de películas que he visto otros tantos millones de veces, y considero que no ha sido tiempo desperdiciado. Son bisturís malvados y son justos. Convierten películas buenas y malas en ratos de análisis extraordinariamente interesantes, eso sí, cada cual en su estilo. Y para colmo hablan de la clase de películas que Días de Cine hubiera despachado en tres segundos.

Smokerwolf le da al terror, la ciencia ficción y las películas infantiles y juveniles, pero se trabaja unos comentarios llenos de referencias y conocimiento. Busquen su crítica de Starship Troopers o su vídeo sobre el revisionismo histórico en las pelis de superhéroes. Boubeta, por su parte, es el puntilloso extremo: comenta clásicos de ciencia ficción y películas palomiteras en busca de incongruencias y fallos de guion, y no se le escapa uno. También le tira a los videojuegos, que comenta una profundidad que los hace interesantes hasta para el que no sabe ni quién es Mario. Busquen el que dedicó a The Last of Us, por ejemplo. En cuanto a Rodríguez, es argentino: ved cómo desuella Supermán 4.