Cuando gobierna el PSOE, sobre todo cuando le apoyan los nacionalistas de izquierdas, a la Región de Murcia se le castiga con menos inversiones, peor financiación de los servicios públicos (sobre todo, sanidad y educación) o falta de atención al tejido productivo.

Con los Presupuestos aprobados para el 2022, Sánchez ha vuelto a la misma senda de agravio y abandono de las necesidades estratégicas de la Región y olvido absoluto de sus ciudadanos.

Estoy completamente segura que es consciente de ello. No es posible que se aprueben temas menores de Cataluña y País Vasco y que aquí no haya Cercanías desde Águilas a Murcia, que se siga retrasando el tercer carril de la A-7 o la carretera del Bancal y que el AVE no haya llegado a nuestra tierra.

Seguro que conoce las necesidades de agua, de regeneración del Mar Menor, de infraestructuras estratégicas y de la infrafinanciación de los servicios públicos de la Región y no los resuelve. En la percepción más benévola, porque no quiere y, en la más dura, porque quiere castigar a los murcianos o porque antepone la compra de votos de los nacionalistas radicales a los intereses reales de los murcianos.

¿Tiene sentido que hayan votado que no a las 311 enmiendas presentadas por los diputados regionales del PP y, a la vez, se les diga a los murcianos que con sus impuestos se paguen los delirios separatistas de los catalanes o se financie el doblaje de series y películas al catalán? 310 millones de euros, que era la suma de las enmiendas del PP y que iban destinados a mejorar la vida del millón y medio de murcianos.

Pedro Sánchez, con el dinero de los españoles, prioriza su permanencia en la Moncloa, aunque para ello tenga que agraviar a unos y favorecer a otros.

Lo peor de todo esto es que los diputados socialistas murcianos han sido cómplices de este nuevo atropello a nuestra tierra y no han hecho absolutamente nada para que su jefe de filas cambiara de parecer. Es más, han aplaudido cada decisión nefasta de Sánchez contra la Región.

El Mar Menor, las autovías, el AVE, las ramblas para evitar las riadas, las obras de la bahía de Portmán, los trenes de Cercanías, el Arco del Noroeste, el tercer carril de la A-7, la autovía del Bancal, la Ciudad de la Justicia de Cartagena, el Palacio de Justicia de Molina de Segura, la Comisaría de Alcantarilla o el Cuartel de la Guardia Civil de Jumilla. Estas son solo algunas de las necesidades reales y urgentes de los ciudadanos de la Región que no han tenido ninguna importancia para Sánchez a la hora de aprobar los PGE. 

La única Administración que ha consignado dinero en los presupuestos para el Mar Menor, y que ya ha acometido actuaciones, es la murciana, con el Gobierno de Fernando López Miras, con una partida de 85 millones de euros, la mayor inversión hecha hasta ahora. En cambio, los PGE han sido la prueba definitiva de que Sánchez no está comprometido con su recuperación.

En 2019, prometió en Los Alcázares e incumplió, y en el último episodio de anoxia sufrido, ni siquiera apareció por aquí. Solo ha venido a hacer mítines políticos, que es lo único que le importa, para recaudar votos y, encima, en el Falcon, a coste de todos los españoles. 

El Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico aseguró el pasado año que habría 143 millones para el Mar Menor y, ¿dónde se han gastado ese dinero?

Estos Presupuestos están basados en unas premisas irreales que ahondarán en los problemas económicos de nuestro país. Están elaborados bajo premisas equivocadas y desmentidas por el Banco de España, por la AIReF, por el FMI o por el gabinete de estudios del BBV. Y la advertencia es clara: las previsiones de crecimiento de España que contempla Pedro Sánchez están muy lejos de la realidad y el resultado será más déficit y más deuda y, por tanto, más impuestos y menos servicios públicos a medio plazo. 

España, con estos Presupuestos, continúa con la política económica que ha obtenido nefastos resultados en el último año y medio: hemos tenido el peor comportamiento económico entre todos los países de la Unión Europea.

Desde el PP continuaremos trabajando para defender una política económica centrada en las personas y en la que se prime el crecimiento, el empleo y el bienestar de las personas. 

Para ello, creemos que hay que gastar menos y mejor, bajar impuestos y apoyar el tejido productivo, a las pymes y a los autónomos.

Y los diputados murcianos conseguiremos, con un gobierno de Pablo Casado, dar solución a los problemas nucleares de Murcia: agua, Mar Menor, movilidad con AVE, Cercanías, infraestructuras y un sistema de financiación justo y que trate igual a todos los ciudadanos.