Antañazo, yo viajaba años y años al Campo de Cartagena por motivos diversos. Primero, a Los Alcázares y San Javier, por castrenses deberes: Caballero Aspirante, Sargento de Complemento, Alférez de Complemento, y el ultimico día de mili, Teniente, siempre de Complemento. Luego, oposité a Instituto, y me fui a dar lección de Lengua Española y Literatura a La Unión. Aunque, enseguida cambiaron lo de española por castellana. Golazo que nos metió el separatismo. Un par de años. Luego fueron siete en Torre Pacheco. Hagan la cuenta, y salen casi diez. No está mal. Aprendía eso: que los almendros, desde El Algar a la costa, florecen antes que ningunos otros.

Bueno, pues muchos años de ésos, vi almendros florecidos por El Algar, alboreando Navidad. Cuando volvía luego de las Pascuas, ya eran un clamor de nata las frondas por casi todo el territorio. Yo doy por seguro que hay ya, cuando esto escribo (antes de Reyes) algún almendro con los botones de albura en sus raquíticas ramas, entre Roche y Alumbres, que a los almendros les gusta la cercanía de los montes pelados de tomillo y esparto, con algún que otro pino u olivo de compañía.

Lo seguro es que, para finales de este mes de enero, el almendro, tan hernandiano, empezará a pregonar la primavera por una geografía más extensa. Pero aún sentiremos el frío. Luego, empezará a echar hojas, y los frágiles pétalos de las flores de armiño condensado se irán quedando sin hermosura, para empezar a gestar el fruto. ¿Es el almendro una fruta? Es un fruto seco, como las nueces y las castañas. No compite con los melocotones ni las naranjas.

Hay almendros asilvestrados, que dejan caer al suelo su milagro, con exterior de verde y burda seda, abierto, para dejar salir a la almendra, a la que aún recubre el duro caparazón que oculta el secreto último, delicia del diente. Me dan pena estos almendros no recolectados. Su estampa se nutre de la dejadez y el descuido. Es una riqueza no aprovechada. Y un ciclo de hermosura abocada, al cabo, al inane mundo de lo inútil.

Debería haber un campeonato español de a ver qué tierra daba el primer almendro en flor. Como en Asturias se celebra el Campanu, el primer salmón pescado cuando se abre la veda.

Competiría todo el sur de la península. Y esta Región, y la zona que digo, ganaría no pocas veces. Y alguna fábrica de turrón pujaría por la cosecha de ese almendro tempranero. Y todo sería mejor. Pero, no. Murcia, su región y eso, se caracteriza por la cansera pa to.

Ya está.