Queridas majestades majas: a vosotras que sois mágicas y magas os pedimos lo que nos es imposible conseguir por parte de la consejería de Educación.

Para CC OO Enseñanza, el auge de la Formación Profesional en nuestra Región se ve condicionado por su desmantelamiento como servicio público. Lo vemos en una comarca como la del Guadalentín, que pierde opciones cada año.

La opacidad en la información es una de las claves de la gestión educativa murciana, como bien sabéis. De esa forma, el Gobierno regional pretende ocultar las carencias de nuestra red pública de Formación Profesional y, más grave, su capacidad de crecimiento, si fueran atendidas las solicitudes de matrícula y utilizados para el sistema público los fondos estatales.

Nos ceñimos en datos reales de dos institutos de FP con importantes carencias, a ver si pidiendo vuestra mágica intervención, entre todos y todas conseguimos algo.

IES San Juan Bosco de Lorca, familia de Mantenimiento de Vehículos, ciclos de grado medio de Electromecánica y de Carrocería, y ciclo de grado superior de Automoción. 157 alumnos y alumnas en total, 30 por grupo en primer curso. Este curso escolar ha quedado en lista de espera 77 solicitudes de plaza para Electromecánica y 50 para Automoción. Desde el curso escolar 2016-17, la lista media de espera en Electromecánica asciende a 50 y a 41 en Automoción. Con tal demanda continuada no se explica cómo no se han ejecutado actuaciones de desarrollo de estas enseñanzas.

Solo para el Grado superior de Automoción, la Orden de 23 de noviembre de 2010 de la consejería de Educación, Formación y Empleo establece una superficie para un espacio formativo destinado a 30 alumnos/as de 1.140 m², o 760 m² para un grupo de 20. La realidad es que los tres ciclos citados ocupan a día de hoy un espacio de 472 m². No pedimos en esta carta la tan cacareada ‘excelencia educativa’, sino que se cumpla la norma. La falta de espacio no solo impide realizar las prácticas como dicta la programación, para asegurar el correcto aprendizaje y la destreza del alumnado, sino que incumple la normativa de seguridad: salidas de emergencias y accionamientos de emergencia de máquinas obstaculizados por el material de prácticas; combustibles, disolventes… Cómo será la cosa que se ha normalizado realizar prácticas en un almacén, sin condiciones de seguridad o iluminación, donde las escorrentías de agua y la intemperie deterioran los materiales de trabajo.

El IES Miguel Hernández de Alhama de Murcia imparte el Ciclo de Electricidad en un taller de 103 m² totales (90 m² útiles) cuando la norma establece 150 m² para sus 28 alumnos/as de ratio inicial. El Ciclo de Grado Medio de Informática tuvo una demanda al inicio de este curso de 80 inscripciones, de las que solo 30 formalizaron matrícula por falta de espacio, en un ciclo con importante inserción laboral. El Ciclo de Grado Superior de Gestión del Agua se implantó en el curso 2018-19, con el acuerdo de impartir solo la parte teórica en el IES, mientras las prácticas se ejecutarían en el polígono industrial de Alhama. Nunca se construyeron esos talleres, por lo que el Ciclo se imparte íntegramente, sin dotación adicional de aulas, en las instalaciones del IES, a costa de la FP Básica.

Podríamos añadir los 90 alumnos/as sin plaza este año en el Centro Integrado de Formación y Experiencias Agrarias (CIFEA) de Lorca, que ofrece una cualificación laboral cada día más reclamada por las empresas del sector. O el desmantelamiento en el Centro Integrado de Formación profesional del Ciclo Superior de Imagen para el diagnóstico y medicina nuclear, para concederlo a un centro privado tratado con especial mimo por este Gobierno regional.

El Gobierno autonómico de Murcia circunscribe la FP a una oferta de plazas gestionada desde criterios de oportunidad empresarial, acompañada del adecuado desvío de fondos públicos y modificación normativa para facilitar a entidades privadas su entrada en el negocio de la Enseñanza.

Estimadas Reinas y Reyes, un Gobierno honesto asumiría su compromiso con el crecimiento social y económico de la comarca del Guadalentín a través del desarrollo público de la FP, dotándola de los recursos estatales que recibe para ello. Sabemos que esta carta no quedará sin respuesta si nos empeñamos en defender la Educación pública frente a los mercaderes del Templo.