Mejor. Esto va a mejor. Creo que lo peor ya ha pasado y lo mejor, mi familia y mis amigos, y tantos de ustedes, se quedan para siempre (aunque siempre es mucho tiempo). La de cristales opacos que llevamos en la vista a diario y que nos impiden identificar a tantas y tantas personas que tenemos cerca y a las que importamos de verdad. Gracias, aunque no esté de moda el darlas, pero de nunca las modas me han captado. Ojo, que digo que va a mejor, y este okupa es tan castigador, pillo a la vez, que te hace sentir mejor para luego tumbarte y clavarte sus puñales. El secreto de esta etapa es la paciencia y el de la anterior la mascarilla, aunque con ella puesta, y las orejas en carne viva de sujetarla, aún así, por ser humana, entre otras cosas, alguna bajada de guardia debí tener y no recuerdo. Esto no es una broma y de chiste tiene poco. Así que no os canséis de oír los consejos de siempre. Mejor que nos los repitan a que los olvidemos. Ya sabéis: la memoria de los peces a veces se hace un hueco en la nuestra. ¡Vamos, que se acaba el año!