Dos creadores, José Ferrero y Elisa Torreira, maravillosos como artistas y como seres, felicitan el nuevo año con una bella fotografía enmarcada en un óculo en la que en un campo de espigas las cabezas de estas parecen flotar sobre la trama evanescente de sus finos tallos; superpuesta a la foto, una transparencia con tres versos: «Para salvarse / -a veces- / basta con flotar». Es algo más que un lema con ilustración gráfica o una imagen comentada en un haiku, se trata de una filosofía para la vida, bajo dos formas, ilustrada además con el propio minimalismo del producto creado. ¿Solo una filosofía para los días que vivimos? Hay opiniones sobre qué poso dejará la pandemia, las cosas que cambiarán en nosotros gracias a ella o por culpa de ella. ¿Aprenderemos tal vez a gozar del hecho mismo de la flotación vital, liberados del cepo de la importancia, atados al suelo solo lo justo?