El pasado 7 de noviembre se confirmaba un nuevo asesinato, el de una mujer de 37 años, en manos de su expareja. Tres hijos se quedaban huérfanos de madre, sin entender porque su padre acababa con la vida de la persona que más amor les daba, y con un alma destrozada que muy difícilmente podrán recomponer. La víctima no constaba en el Sistema de Seguimiento integral de Violencia de Género ( VIOGéN); sí lo hacía sin embargo su verdugo, pero por el caso de otra mujer. Algo que sin duda debemos evitar y mejorar.

Su muerte sumaba aquel día 1.118 mujeres asesinadas por violencia de género en España desde que hay registro. Un total de 1.118 razones, 31 de ellas murcianas, por las que debemos seguir trabajando desde todos los rincones del país para poner fin a esta lacra. La concienciación de toda la sociedad debe ser el primero de los pasos a seguir, enfatizando en la formación de las futuras generaciones que son nuestro futuro: el de la igualdad y la libertadocurrente / currante. El ejemplo que damos a la generación más joven determina la manera en que ésta piensa sobre el género, el respeto y los derechos humanos.

Nuestro compromiso para que este objetivo sea una realidad pasa por la promoción de acciones encaminadas a la formación específica y especializada de profesionales del ámbito educativo, asociativo y empresarial; alumnos de centros educativos, universidad y de formación profesional; y distintos agentes sociales, menores en situación de vulnerabilidad; personas con discapacidad, familias y la población en general.

Precisamente por eso aumentamos un 416% el presupuesto del Pacto Regional contra la Violencia de Género, aquél del que se desmarcó el Partido Socialista, y cuyo cumplimiento alcanza ya más del 80%. Pero esto no es cuestión de colores políticos, sino de seguir avanzando. Por esto mismo el año que viene renovaremos dicho Pacto, cuya eficacia queda demostrada a la hora de que la sociedad, desde los más pequeños, conozca la importancia de la igualdad, y a poner freno a cualquier conducta o comportamiento que atente contra la dignidad y la libertad de las personas.

Una libertad que también empieza por la denuncia, pieza fundamental para la eliminación de esta lacra. Es nuestro deber, el de cada uno de nosotros, hacerles saber que no están solas y que tienen ayuda de cualquier tipo para salir adelante, ya sea social, económica o psicológica.

Cuando una mujer comparte su historia de violencia, está dando el primer paso para romper el ciclo de maltrato. Debemos garantizarle el espacio seguro que necesita para hablar y ser escuchada.

Cabe recordar que la violencia contra las mujeres y las niñas se expresa en diferentes formas: física, sexual y sicológica, y que además afecta, como en el caso de la última víctima española, a los hijos de las mismas. Por eso desde el Gobierno regional promovemos distintos recursos encaminados a atenderlas a ellas y a sus hijos, sea cual sea el tipo de violencia que sufran.

Casas de acogida para mujeres con problemas de salud mental previa y posterior al ataque de su agresor, o para aquellas que tienen menores a su cargo, e incluso para víctimas que han sufrido abusos sexuales o de trata. También los centros de atención integral a víctimas de agresiones y/o abusos sexuales (Cavax), o la asistencia letrada gratuita para estas mujeres por parte de los ilustres colegios de Abogados de Murcia, Lorca y Cartagena.

Pero si hay algo que verdaderamente nos preocupa son esas víctimas en muchas ocasiones invisibles, que son los menores. Por eso contamos, entre otros, con Los Puntos de Encuentro Familiar, así como con el Servicio de Atención Psicológica para las y los Menores expuestos a la violencia de género (Sapmex).

Debemos continuar trabajando por y para estas mujeres y sus hijos. Muchos son los recursos de los que disponen, pero nada sería posible sin los profesionales que en ellos trabajan. Profesionales especializados, psicólogos, trabajadores sociales que consiguen la cercanía necesaria para ayudar a quienes ellos acuden. Merecen nuestro reconocimiento hoy más que nunca, pues cada día son más las labores que deben asumir, tras la implantación del Pacto de Estado contra la Violencia de Género, con el que se ha aumentado la carga administrativa pero no el personal. Precisamente por ello esta misma semana pedí al Gobierno central apoyo en este sentido, dando al Pacto un carácter plurianual, que facilite así la continuidad de proyectos.

Creemos estar recorriendo bien el camino, pero sin duda aún queda mucho por andar. Este año y hasta el día de hoy Murcia no ha contado con ninguna víctima por violencia de género, pero más de 19.000 han sido atendidas en los CAVIs y PAES. El Observatorio de Igualdad, puesto en marcha el pasado mes de diciembre, avanza contra la discriminación desde la comisiones de Igualdad, de Violencia de Género e Imagen no Sexista. Porque tenemos 1.118 razones por las que continuar luchando.