Si atendemos a las denuncias que vienen reiterándose desde los colectivos sanitarios, fundamentalmente la Asociación para la Defensa de la Sanidad Pública (ADSP), podríamos resumir los problemas del Servicio Púbico de Salud murciano en los siguientes: Desequilibrio en los recursos del modelo, más centrado en la atención especializada y hospitalaria en detrimento de la Atención Primaria y del modelo preventivo y de promoción de la salud (62% frente al 14% del presupuesto); recortes presupuestarios de cuyas consecuencias todavía no nos hemos recuperado (-22,5% del presupuesto inicial.2013), entre ellas una crítica falta de personal sanitario que repercute en las listas de espera; y finalmente un agudo desequilibrio territorial en el que las Áreas Periféricas de Salud llevan la peor parte (Noroeste, Altiplano, Lorca).

El caso del Noroeste es paradigmático, con una Atención Primaria que carece de pediatras; con largas promesas de inversión en nuevos Centros de Salud y remodelación de otros que no se ejecutan; con las urgencias de los consultorios periféricos de zonas rurales suprimidas por los recortes presupuestarios y con un hospital comarcal a medio gas falto de médicos especialistas, lo que obliga a cerrar servicios como la Unidad del Dolor o a tener listas de espera de más de cien días en Rehabilitación. Según el Sindicato Médico de la Región de Murcia, en el Área IV de Salud faltan un 25% de médicos de distintas especialidades.

Con todo ello, la tensión más crítica del sistema en este momento, y en el futuro inmediato, se centra en la falta de personal sanitario, no ya por la pandemia, que también, sino de ordinario, porque su formación no se improvisa y si, además, se le ofrece unas condiciones laborales precarias con contratos eventuales de tres a seis meses es entendible que busque su estabilidad profesional en otras Comunidades o países y, dentro de la región, en la capital y no en las Áreas Periféricas.

Las soluciones-parche que ofrece el Gobierno regional, del tipo contratos compartidos para que algún especialista pase consulta algún día en otra Área de Salud, no solucionan el problema de fondo que es el reforzamiento y estabilidad de las plantillas, como tampoco es solución el incremento de la concertación de servicios con la sanidad privada, denominada eufemísticamente ‘colaboración público-privada’. ¿Es esta, en realidad, la finalidad última del deterioro del Servicio Púbico de Salud? Si es así, nos tendrán en frente.